La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó este lunes que el Papa León XIV mantiene un firme y “mucho interés” en realizar una visita a México, aunque la fecha de este esperado encuentro con el pueblo mexicano sigue en el aire. La noticia surge tras una conversación telefónica que la mandataria y el Sumo Pontífice sostuvieron el pasado viernes, coincidiendo con la emotiva celebración del Día de la Virgen de Guadalupe.

La llamada, que Sheinbaum calificó como “muy cordial, muy sensible y cálida”, trascendió el mero protocolo para adentrarse en temas de profunda relevancia social y espiritual para el país.

La Búsqueda Conjunta de la Paz

El eje central del diálogo entre la líder del Estado mexicano y el jefe de la Iglesia Católica fue, sin duda, la pacificación y la urgencia de disminuir la violencia que aqueja a diversas regiones de México.

De acuerdo con las declaraciones de la Presidenta, ambos líderes coincidieron en la vital importancia de que la Iglesia Católica participe activamente y fortalezca los programas que buscan fomentar una cultura de paz. Un ejemplo citado por Sheinbaum fue el programa “Sí al desarme, sí a la paz”, una iniciativa que busca retirar armas de fuego de las calles a cambio de incentivos, y que podría recibir un impulso significativo con la colaboración eclesiástica. La cooperación entre el Estado laico y la Iglesia en la búsqueda de la paz se perfila como un nuevo frente en la estrategia nacional de seguridad.

Un Símbolo que Trasciende la Política

La elección de la fecha para la llamada (el 12 de diciembre) no fue casual. Tanto el Papa León XIV como la Presidenta Sheinbaum destacaron el papel unificador y la relevancia cultural de la Virgen de Guadalupe . La Presidenta enfatizó que, más allá de la postura laica del Estado, la Virgen de Guadalupe es un símbolo de identidad nacional, de paz y de unidad para la inmensa mayoría de los mexicanos.

En este punto, Sheinbaum transmitió un mensaje de respeto y reconocimiento a la fe del pueblo, destacando que el diálogo con el Pontífice se enmarca en la búsqueda de valores compartidos que fortalezcan el tejido social. La conversación se convierte así en un puente que une la esfera política con la espiritualidad popular, ambas fuerzas motrices en la vida pública del país.

(fotos tomada de: Milenio )

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