La justicia de los Estados Unidos ha puesto nuevamente los reflectores sobre José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”. A pesar de que el líder y fundador del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) se encuentra recluido en un penal de máxima seguridad en México, el Departamento del Tesoro lanzó una ofensiva contundente este miércoles. La administración estadounidense asegura tener pruebas de que los muros de la prisión no han sido suficientes para frenar el poder operativo de este capo, quien sigue dictando el rumbo de la violencia en el Bajío mexicano. Un mando que trasciende las rejas del penal El núcleo de la denuncia presentada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) radica en la sorprendente capacidad de “El Marro” para mantener el control de su organización criminal desde el encierro. Según las investigaciones, Yépez Ortiz ha logrado establecer canales de comunicación para coordinar el tráfico de drogas sintéticas, principalmente fentanilo y metanfetaminas, hacia la frontera norte. Esta revelación no solo cuestiona la hermeticidad del sistema penitenciario, sino que explica por qué el Cártel de Santa Rosa de Lima no se desintegró tras la captura de su líder en 2020, manteniendo su estructura operativa y financiera activa. El cerco financiero de la administración estadounidense La respuesta de Washington no se ha limitado a la retórica; las sanciones impuestas buscan asfixiar la red logística que sostiene al grupo criminal. Al ser incluido en la “lista negra” del Tesoro, se ordena el congelamiento inmediato de cualquier activo, cuenta bancaria o propiedad que el capo o sus prestanombres posean en territorio estadounidense. Además, estas medidas prohíben estrictamente que cualquier entidad o ciudadano de los Estados Unidos realice transacciones comerciales con él. Con esto, el gobierno de EE.UU intenta cortar el flujo de capital que permite al cártel seguir financiando el armamento y la nómina de sus sicarios en Guanajuato. El impacto en la seguridad regional y el fentanilo Esta acción del Departamento del Tesoro subraya una preocupación creciente: la evolución del Cártel de Santa Rosa de Lima de una banda dedicada al robo de combustible (huachicoleo) a una organización transnacional de narcotráfico. Al señalar directamente a “El Marro” como responsable del flujo de drogas letales, EE.UU. eleva la presión sobre las autoridades mexicanas para endurecer el aislamiento del criminal. Mientras tanto, la violencia en el estado de Guanajuato persiste, alimentada por una estructura que, según Washington, sigue recibiendo órdenes directas de un hombre que, en teoría, debería estar incomunicado. Compartir Navegación de entradas Bienestar laboral en el gobierno de Guanajuato: reconocen a servidores públicos Regala algo con valor social: catálogo de artesanías impulsa la reinserción social en Guanajuato