La economía mexicana ha dado un giro inesperado en la recta final del año. Contra todo pronóstico de los analistas financieros, la inflación general en México experimentó una notable desaceleración durante la primera quincena de diciembre de 2025, ubicándose en un 3.72% a tasa anual. Este dato, revelado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), representa un alivio para el bolsillo de los consumidores, quienes históricamente enfrentan presiones de precios durante las festividades decembrinas. A pesar de que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un ligero incremento del 0.17% respecto al mes de noviembre, el ritmo de subida ha sido mucho más moderado de lo previsto. Los mercados esperaban que la cifra superara el 3.90%, impulsada por el consumo estacional; sin embargo, el comportamiento de ciertos productos básicos y servicios ha permitido que la tasa anual se mantenga en niveles más manejables, acercándose al rango objetivo del Banco de México. El contraste entre precios básicos y servicios turísticos Dentro del informe del Inegi, se observa una dinámica mixta en los precios que explica este “giro insospechado”. Por un lado, la inflación no subyacente que incluye productos de alta volatilidad como alimentos frescos y energéticos mostró un respiro importante. Productos de la canasta básica como la calabacita, el chile serrano y la papaya registraron descensos significativos en sus costos, compensando el alza en otros rubros. No obstante, la temporada navideña dejó sentir su peso en el sector servicios. El transporte aéreo se posicionó como el rubro con mayor incidencia al alza, con un incremento quincenal del 38.25%, seguido de los servicios turísticos en paquete, que subieron un 9.02%. Otros alimentos como el tomate verde, el azúcar y la leche también presentaron variaciones al alza, lo que mantiene una presión latente sobre el gasto corriente de los hogares mexicanos. El desafío de la inflación subyacente y la postura de Banxico Aunque la cifra general es alentadora, el Banco de México (Banxico) mantiene la guardia en alto debido a la inflación subyacente, la cual se ubicó en un 4.34% anual. Este indicador es crucial porque elimina los precios volátiles y refleja la tendencia de los precios a mediano y largo plazo. Al estar todavía por encima de la meta oficial del 3% (más/menos un punto porcentual), sugiere que aún existen resistencias estructurales en la economía, especialmente en el sector de servicios que sigue creciendo al 4.88%. Como respuesta a este entorno, apenas el pasado 18 de diciembre, Banxico decidió recortar la tasa de interés en 25 puntos base, situándola en un 7%. Esta decisión forma parte de una estrategia iniciada en 2024 para transitar hacia una política monetaria menos restrictiva, confiando en que la inflación general converja finalmente a sus metas. Para el cierre de 2025, el banco central estima que la inflación se estabilizará en torno al 3.7%, un ajuste optimista frente a las proyecciones más pesimistas que marcaron el inicio del año. Compartir Navegación de entradas Presenta Gobernadora nueva APP de Farmacias ISSEG para acercar salud y ahorro a las familias Refuerzan coordinación Estado, Federación y Municipio para mejorar la seguridad en Irapuato