La pandemia del coronavirus Covid-19 no sólo ha afectado el estado físico y la vida de miles de mexicanos contagiados, sino que también mermó la salud de los bolsillos de millones de trabajadores que vieron cómo sus ingresos se hicieron más chicos durante el confinamiento.

El 46.1 por ciento de la población ocupada en el país, es decir, 15.2 millones de personas de 18 años o más, vieron reducidos sus ingresos laborales en abril pasado debido a la emergencia sanitaria, de acuerdo con la encuesta telefónica sobre Covid-19 y mercado laboral del Inegi, citada por el diario El Universal.

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En 37.4 por ciento de los hogares que sufrieron baja de recursos tuvieron que vender algún bien, pedir prestado o recurrir a sus ahorros para enfrentar el entorno, explicó Edgar Vielma, director general de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi.

“Esto significa que su complemento (62.6 por ciento) simplemente tuvo que afrontar la reducción de esos ingresos sin un apoyo, sin un préstamo, sin algún ahorro”, agregó.

DESEMPLEADOS SIN FIN

El número de adultos sin empleo sumó 15.7 millones, que se desagrega de la siguiente forma: 2.1 millones de desempleados más y 13.6 millones de la población no económicamente activa, pero que está disponible para trabajar, añadió la información de el Universal.

De los 13.6 millones de la población disponible para trabajar, 87.1 por ciento (11.9 millones) fueron personas ausentes de un trabajo o deseaban ocuparse, pero no buscaron empleo por el Covid-19, mientras que 12.9 por ciento (1.7 millones) estuvieron ausentes o deseaban laborar, pero no buscaron colocarse por otras razones (falta de materia prima, clientes y vacaciones, principalmente).

La encuesta detalló que en México hay 32.9 millones de personas que integran la población ocupada. La cifra es una tasa de ocupación de 48.2 por ciento de los habitantes de 18 años y más usuarios de teléfono.

De los 32.9 millones de personas ocupadas, 7.2 millones son ausentes temporales con vínculo laboral o suspendidas durante la contingencia sanitaria, cifra que significa 21.8 por ciento del total de ocupados.

DESDE CASA

Derivado de las medidas de distanciamiento social para contener la pandemia del Covid-19, 23.5 por ciento de los ocupados en abril tuvo que trabajar desde casa, 42.3 por ciento disminuyó su jornada de trabajo durante la contingencia; 5 por ciento recibió algún apoyo de gobierno y 90 por ciento no obtuvo ningún beneficio.

De los 7.7 millones de personas que trabajan desde su casa, 3.4 millones eran hombres (44.1 por ciento) y 4.3 millones de mujeres (55.9 por ciento). Este segmento, además de laborar desde su casa, realizó otras actividades, representando en muchos casos no sólo una doble actividad, sino una mayor carga de trabajo.

Del total de ocupados, 75 por ciento declaró contar con las condiciones de seguridad e higiene en su trabajo para enfrentar la contingencia; el 25 por ciento restante no tenía esas certezas.

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