Los asaltaron dos veces, el pollero les prometió llegar a Estados Unidos y al final están varados en Mexicali, Baja California.

Son 30 indígenas mayas provenientes de Guatemala, con sus hijos adolescentes, quienes están sin saber qué hacer en esa ciudad fronteriza, después de que un pollero los timó, según documenta un reportaje del diario Reforma.

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Cada uno, dice la información de Reforma, pagó 3 mil 300 dólares para que un pollero los cruzara a Estados Unidos, con la promesa de que obtendrían el asilo en ese país.

En vez de eso, los asaltaron dos veces antes de ingresar a territorio estadounidense, saltaron el cerco fronterizo por una zona de riesgo, fueron capturados por agentes de Migración; tuvieron una entrevista de cinco minutos, y luego fueron retornados a Mexicali mediante el Programa de Protección a Migrantes, consigna la información de Reforma.

Los guatemaltecos fueron citados en San Diego, California, en agosto, octubre, y en algunos casos hasta noviembre.

Antes de regresar, dice una migrante, el agente estadounidense le preguntó: ¿Por qué son tan necios? ¿Por qué se vienen? Ya no van a pasar.

Cuentan que para reunir el dinero que entregaron al traficante hipotecaron sus casas, terrenos, la siembra de maíz, o pidieron prestado.

“Nos estafaron, vendimos nuestra casa, nuestro terreno, pagué 75 mil quetzales al pollero (unos 9 mil 800 dólares), me aseguraron que me iba a quedar en Estados Unidos, que me iban a dar el asilo”, lamentó Amelia, un nombre ficticio para proteger a la mujer del crimen organizado en su país, precisó la información de Reforma.

“Nos dejaron sin dinero, sin ropa. ¿Ahora cómo regreso a mi país?”, añade la madre que viaja junto a sus dos hijos.

Amelia sufría violencia doméstica, intentó denunciar, pero el Ministerio Público más cercano se encuentra a dos horas y media de su casa. El costo del transporte es de 25 quetzales, lo que le significaba dejar sin comer a sus hijos.

Por eso cuando supo que en su pueblo un pollero organizaba una salida hacia Estados Unidos no lo pensó dos veces.

(Foto: Tomada de El Imparcial)

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