El Papa Francisco sostuvo una charla extraterrenal.

Una larga conversación con los astronautas en la Estación Espacial dejó sorprendidos a propios y extraños sobre la manera en que se describió a la Tierra.

El astronauta italiano de la Agencia Espacial Europea, Paolo Nespoli, dio comienzo al coloquio que la tripulación de la Estación Espacial Internacional (EEI) mantuvo con el Sumo Pontífice.

“Santo Padre, bienvenido a la Estación Espacial Internacional”, dijo Nespoli.

En esta conversación, el Papa quiso cambiar de rol y, por una vez, no fue él quien respondía a las preguntas, sino quien las formulaba.

El Pontífice habló con los astronautas de la EEI y ellos le contaron, entre otras cosas, que desde allí arriba la Tierra es de una “belleza indescriptible”.

“Lo que me da alegría cada día es ver hacia afuera y ver la creación de Dios, de belleza indescriptible.

“Mientras vemos la tierra, no se ven guerras ni conflictos. La atmósfera es extremadamente sutil y ver la Tierra de esta manera nos hace pensar en que todos deberíamos colaborar por un futuro mejor”, comentó el comandante de la EEI, Randolph Bresnik, al Pontífice, conforme a Vatican Insider.

En la conversación de 25 minutos, Francisco abordó grandes cuestiones filosóficas como cuál es el lugar del hombre en el universo, pero también preguntó sobre las motivaciones de la carrera de la tripulación.

A las 15:00 horas de Roma, el obispo Papa Francisco se conectó con la Estación Espacial Internacional, que vuela a 400 kilómetros de la Tierra.

La tripulación está compuesta por: Randolph Bresnik (Estados Unidos), comandante de la NASA; Paolo Nespoli (Italia), ingeniero de la ESA; Mark T. Vande Hei (Estados Unidos), ingeniero de la NASA; Joseph Acaba, (Estados Unidos, de origen puertorriqueño), ingeniero de la NASA; Segey Ryazanskiy (Rusia), ingeniero; y Alexander Misurkin (Rusia), ingeniero.

Ryazanskiy, explicó al Pontífice argentino que se hizo cosmonauta para seguir los pasos de su abuelo, que trabajó en el proyecto original del satélite “Sputnik” de la Unión Soviética.

Mientras tanto, Nespoli comentó que no contaba con las herramientas necesarias para reflexionar sobre el destino de la humanidad, pero agradeció al Papa por hacerles pensar en cosas que son más grandes que ellos mismos.

“Soy una persona técnica, un ingeniero, cuando se habla de estas cosas también yo me quedo perplejo, es un discurso muy delicado.

“Creo que nuestro objetivo es el de conocer nuestro ser, llenar el conocimiento, comprender lo que nos rodea. Entre más conocemos, más nos damos cuenta que conocemos poco. Me gustaría que personas como usted, no solo ingenieros y físicos, sino también teólogos, filósofos, escritores y poetas vinieran aquí al espacio para explorar qué quiere decir tener un ser humano en el espacio”, explicó el italiano.

Nespoli añadió que aseguró eso, cualquiera pueda ir al espacio, ocurrirá definitivamente en el futuro.

En su última pregunta, el Papa Francisco señaló que nuestra sociedad es muy individualista, y sin embargo en la vida es esencial la colaboración.

“Pienso en todo el trabajo que tiene dentro una empresa como la vuestra. ¿Me pueden dar un ejemplo significativo de su colaboración en la Estación Espacial?”.

Ese ejemplo lo ofreció el astronauta estadunidense Joseph Acaba.

“La Estación Espacial Internacional es un gran ejemplo de cooperación internacional, como puede ver por el hecho de que la tripulación esté formada por astronautas de diferentes países y que para nuestros trabajos diarios estemos en contacto con centros de control repartidos por todo el mundo”.

Nuestra diversidad nos hace fuertes. Trabajando juntos podemos hacer más cosas que actuando individualmente”, finalizó.

Tras lo cual, el Pontífice cerró haciendo notar que ‘la totalidad de las partes es más grande que la suma de las partes’.

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