El consumo diario de bebidas en botellas de plástico podría estar contribuyendo a un aumento del riesgo de diabetes tipo 2.

Según un estudio reciente, el bisfenol A (BPA), un químico comúnmente utilizado en la fabricación de envases plásticos, puede disminuir la sensibilidad del cuerpo a la insulina, una hormona clave en la regulación del azúcar en sangre.

Esta insensibilidad a la insulina, conocida como resistencia a la insulina, es un precursor de la diabetes tipo 2, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo, señala la agencia Efe, citada por Debate.com.

Durante años, el BPA ha sido objeto de sospecha por parte de científicos y reguladores debido a su capacidad de actuar como un disruptor endocrino.

EVIDENCIAS CLARAS

Estos químicos pueden interferir con el equilibrio hormonal del cuerpo, provocando efectos adversos que van desde trastornos reproductivos hasta enfermedades metabólicas como la diabetes.

Sin embargo, hasta hace poco, las evidencias disponibles eran principalmente observacionales, y no lograban establecer una conexión directa entre la exposición al BPA y la diabetes tipo 2.

Un innovador estudio, presentado en las Sesiones Científicas 2024 de la Asociación Americana de Diabetes, ha cambiado este panorama.

Los investigadores proporcionaron la primera evidencia directa de que el BPA puede reducir la sensibilidad a la insulina.

En el estudio, 40 adultos sanos fueron asignados al azar para recibir un placebo o una dosis diaria de BPA. Sorprendentemente, después de solo cuatro días, aquellos expuestos al BPA mostraron una respuesta significativamente menor a la insulina en comparación con el grupo placebo.

ESTUDIO A FONDO

Lo alarmante es que la dosis de BPA administrada en este estudio, 50 microgramos por kilogramo de peso corporal al día, está dentro de los límites actualmente considerados seguros por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos.

Todd Hagobian, autor principal del estudio, sugiere que estos resultados deberían impulsar una reevaluación de estos límites de seguridad.

“Incluso los niveles que hemos considerado seguros hasta ahora pueden representar un riesgo para la salud”, señaló Hagobian.

Mientras tanto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EU (FDA) sigue considerando que las concentraciones bajas de BPA, de hasta 5 mg por kg de peso corporal al día, son seguras, una cantidad que es 100 veces mayor que la dosis identificada como riesgosa por este nuevo estudio.

Otros organismos reguladores internacionales, como la Comisión Europea, ya han comenzado a adoptar medidas más estrictas y han propuesto prohibir el BPA en productos en contacto con alimentos y bebidas para finales de 2024.

RIESGOS DE LOS PLÁSTICOS

La preocupación por el BPA se enmarca en un creciente reconocimiento de los riesgos asociados con la exposición diaria a sustancias químicas industriales y microplásticos.

Estudios recientes han detectado microplásticos en casi todos los rincones del cuerpo humano, desde los pulmones y la sangre hasta las placentas y la leche materna, lo que sugiere una amenaza significativa para la salud a largo plazo.

Entender cómo estos químicos afectan la salud humana a largo plazo es crucial para tomar decisiones informadas que puedan mitigar el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.

“Dado que la diabetes es una de las principales causas de muerte en Estados Unidos, es crucial investigar incluso los factores más pequeños que contribuyen a la enfermedad”, subraya Hagobian.

(Texto y fotos: Tomados de Debate)

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