El consumo de bebidas energizantes se ha disparado en los últimos años, atrayendo a una amplia gama de consumidores, desde adultos que buscan un impulso de energía hasta adolescentes y niños que las ven como una opción accesible y estimulante.

Aunque estos productos son populares por su capacidad para mejorar la concentración y combatir la fatiga temporalmente, su impacto en la salud es motivo de creciente preocupación entre expertos.

En particular, su efecto sobre la presión arterial y el riesgo de problemas cardiovasculares es alarmante.

Las bebidas energizantes contienen ingredientes que estimulan el sistema nervioso central, como la cafeína, el azúcar y el agua carbonatada.

Estos componentes, al ser consumidos en grandes cantidades, generan un incremento notable en la presión arterial.

CASO EN MÉXICO

Un caso reciente en Cintalapa, México, es ejemplo de los peligros asociados a estas bebidas: un adolescente fue ingresado de urgencia tras consumir una bebida energizante en ayunas, lo que desencadenó un aumento severo en su presión arterial.

Aunque este caso no es único, destaca el creciente problema de acceso irrestricto a estos productos por parte de los jóvenes.

James Gómez Montes, especialista en salud pública, advierte que las personas con hipertensión preexistente son especialmente vulnerables.

El consumo de bebidas energizantes en estos individuos puede provocar un incremento significativo en su presión arterial, lo que dificulta aún más su control.

El aumento de la frecuencia cardíaca, que puede pasar de 60-80 latidos por minuto a más de 120, es otro efecto común que puede derivar en complicaciones graves, como automatismos ventriculares o incluso arritmias cardíacas.

RIESGO DE INFARTO

El consumo regular de bebidas energizantes no solo afecta a personas con hipertensión. En aquellos con predisposición al infarto, especialmente si no lo saben, estas bebidas pueden actuar como un catalizador para desencadenar un evento cardíaco.

La combinación de cafeína, azúcar y otros estimulantes eleva el estrés en el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de infarto en personas con niveles altos de colesterol o antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.

PROBLEMAS RENALES

Otro punto crucial en el debate sobre las bebidas energizantes es su efecto en la salud renal. Según el especialista en nefrología Sergio Hernández, el 12.2 por ciento de los adultos mexicanos enfrenta problemas renales, y el consumo excesivo de estas bebidas es un factor contribuyente.

Aunque muchas personas creen que las bebidas energizantes hidratan por su contenido líquido, la realidad es que actúan de manera opuesta.

La cafeína presente en grandes cantidades funciona como diurético, aumentando la excreción de orina y favoreciendo la deshidratación si no se acompaña de una ingesta adecuada de agua.

La deshidratación y el estrés renal asociados al consumo regular de estas bebidas pueden agravar afecciones preexistentes y acelerar la aparición de problemas renales.

Además, el alto contenido de azúcar presente en estas bebidas puede incrementar el riesgo de diabetes tipo 2, una condición que también daña los riñones con el tiempo.

CONSUMO EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

Un aspecto preocupante es la accesibilidad de las bebidas energizantes para los niños y adolescentes.

Al no estar regulada su venta y promoción, muchos jóvenes las consumen sin conocer los riesgos a largo plazo para su salud.

Este grupo poblacional es particularmente vulnerable a los efectos de estos productos, ya que su organismo está en desarrollo y no siempre es capaz de manejar adecuadamente las grandes cantidades de estimulantes que contienen las bebidas energizantes.

CONCLUSIONES CONTUNDENTES

La evidencia médica es clara: el consumo excesivo de bebidas energizantes es perjudicial para la salud cardiovascular y renal.

Los expertos recomiendan que se limite su consumo, especialmente en personas con hipertensión o factores de riesgo como colesterol elevado o antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.

Asimismo, es crucial promover la educación sobre los riesgos entre los jóvenes y abogar por una mayor regulación en la venta de estos productos.

(Texto y fotos: Tomadas de Debate.com.mx)

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