El municipio de San Miguel de Allende, Guanajuato, pone el ejemplo. Y lo hizo en el marco del “Día Internacional de la Juventud” con el “Cuarto Encuentro Estatal Jóvenes y Comunidades Indígenas”.El representante de las comunidades fue el sanmiguelense Carlos Nasario Chávez, medallista internacional en atletismo y joven indígena otomí.Los representantes de las políticas públicas en el estado hablaron a unos 500 jóvenes sobre cómo Carlos Nasario Chávez es un ejemplo de sacrificio, trabajo, constancia y disciplina, pues a sus 19 años de edad y con tan sólo un año de entrenamiento en atletismo ya es medallero internacional y representante de Guanajuato y el país.Guanajuato tiene 91 comunidades indígenas; 27 están en San Miguel de Allende. En el estado sólo hay 64 mil personas en estos pueblos indígenas y justamente Carlos Nasario Chávez Arellano se vuelve un ícono por su reciente participación en el Campeonato Mundial de Carrera de Montaña “Giir Di Mont 2017”, en Premana, Italia.El caso de éxito de Carlos Nasario Chávez Arellano estuvo en el discurso de Ricardo Trujillo, director del Instituto Municipal de Atención a la Juventud de San Miguel Allende; Juan Antonio Acosta Cano, Subsecretario de Planeación y Operación para la Organización de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano y de Jorge Romero Vázquez, titular del Instituto de la Juventud Guanajuatense (Guanajoven).Los que también conquistaron con su interpretación del Himno Nacional en Otomí, fueron los niños de la comunidad La Cieneguita, de San Miguel de Allende.Los funcionarios coincidieron en señalar que la grandeza de los pueblos no es por su economía o infraestructura, sino por su gente, su cultura y sus raíces por lo que buscan impulsar el desarrollo de los jóvenes a quienes convocaron a fijarse metas en la vida y no desistir en el intento por alcanzarlas.Agregaron que, cuando se trata de comunidades indígenas se deben fortalecer con orgullo sus raíces; lo que logró el aplauso de los jóvenes provenientes de asentamientos indígenas urbanos de pueblos náhuatl, huichol, purépecha, y otomí del norte del estado.Compartir