Investigadores de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, demostraron con éxito cómo un dispositivo electrónico implantado de manera directa en el cerebro puede detectar, detener e incluso prevenir ataques epilépticos.

Para el desarrollo del proyecto, los científicos de la mencionada Universidad; la Escuela Superior de Minas y el Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación Médica, en Francia, emplearon ratones, a quienes se les insertó el aparato en el cerebro, consignó la agencia Notimex.

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Cuando fueron detectadas las primeras señales de un ataque en los sujetos de estudio, se liberó un químico cerebral nativo que detuvo la convulsión de los roedores.

Los resultados, publicados en la revista Science Advances, también podrían aplicarse a otras afecciones, como tumores cerebrales y la enfermedad de Parkinson, destacó la Universidad de Cambridge en su página de Internet.

El trabajo, dirigido por el profesor de esa casa de estudios, George Malliaras, representa otro avance en la realización de componentes electrónicos flexibles que logran conectarse de buena manera con el tejido humano.

“Estas películas delgadas y orgánicas causan un daño mínimo en el cerebro, y sus propiedades eléctricas son adecuadas para este tipo de aplicaciones”, dijo el docente de tecnología Prince Philip en el Departamento de Ingeniería.

De acuerdo con la Universidad de Cambridge, existen varios tipos de convulsiones, no obstante, en la gran parte de los pacientes con epilepsia, las neuronas en el cerebro comienzan a disparar e indican a las neuronas vecinas que hagan lo mismo.

Este efecto de bola de nieve puede dañar la conciencia o control motor. Dicho trastorno es tratado en la mayoría de los casos con antiepilépticos, sin embargo, a menudo tienen efectos secundarios graves y no previenen las convulsiones en tres de cada 10 pacientes.

Los investigadores emplearon un neurotransmisor que actúa como “freno” en la fuente de la convulsión, éste indica a las neuronas que finalicen la convulsión.

El fármaco es administrado a la región afectada del cerebro, mediante una sonda neural que incorpora una pequeña bomba de iones y electrodos para controlar la actividad neuronal.

Christopher Proctor, autor principal del proyecto señaló “esto previene el daño al tejido circundante y permite que los medicamentos interactúen con las células inmediatamente fuera del dispositivo”.

El estudio reveló que las convulsiones se podrían prevenir con dosis pequeñas de medicamentos que representan menos del uno por ciento de la cantidad total de fármaco cargado en el dispositivo, y que es absorbido por procesos naturales en el cerebro en minutos, esto reduce los efectos secundarios.

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