Una investigación del periódico el Universal mostró como la delincuencia organizada usa a personas dedicadas al robo de autos y a quienes les paga desde 8 mil hasta 15 mil pesos.

Pone el ejemplo de “los Labastida”, una de las incontables células que se dedican al robo de automóviles en el país.

Y es que, con o sin violencia, este delito de alto impacto se incrementó en 84 por ciento entre 2015 y 2017, de acuerdo con las denuncias presentadas ante el Ministerio Público, indica el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), según cita la investigación de El Universal.

El rotativo indicó que los corredores o intermediarios pagan en efectivo entre 8 y 15 mil pesos por auto robado, precios indicados por varias fuentes y que coinciden con el informe de inteligencia al cual tuvo acceso El Universal.

En ese informe se destaca que “los vehículos más comerciales y alterables” son el Mazda, Vento, Aveo, Gol y Jetta.

Una vez en el mercado negro, dice la investigación de El Universal, se venden en autopartes o clonados, algunos son alterados en sus registros y enviados a otros estados o fuera del país.

Detrás de las estadísticas hay una maquinaria que impacta el patrimonio de los ciudadanos.

El Universal pone de ejemplo el caso de “Los Labastida”, una familia que se dedica al robo de autos y cuyos integrantes fueron detenidos.

“Vamos a la oficina”. Así les decía Diana Labastida a jóvenes de menos de 20 años a los que ofrecía trabajo en Acolman, Estado de México. Adentro los dotaba de instrumentos para laborar: armas de fuego para despojar a ciudadanos de sus vehículos, dice la investigación.

Labastida, de 38 años, lideraba diferentes células de robo de autos en Ecatepec, donde por día se apoderaban ilegalmente de hasta cuatro automóviles que vendían entre 8 y 15 mil pesos por unidad, añade la información.

Un error durante un operativo la hizo caer junto a varios integrantes de su grupo, el pasado 25 de enero.

En un filtro de seguridad entre la Ciudad de México y el Estado de México, a la altura de Puente Negro, un taxi fue cateado y en su interior había dos juegos de llaves de carros. Cuando cuestionaron a las tres personas, una mujer y dos hombres, respondieron: “No sé”. Transpiraban la sospecha.

Las autoridades de la Secretaría de Seguridad del Estado de México realizaron la investigación mediante sus celulares, donde encontraron un grupo de WhatsApp llamado “Los Labastida”, a través del cual se comunicaban y enviaban fotografías, precios de los vehículos y ubicaciones de las operaciones de la policía. Ellos son apenas una de las incontables células que operan este ilícito de alto impacto.

(Foto: Tomada de El Universal)

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