Nuestro organismo es un sistema complejo que puede enviarnos señales tempranas de problemas de salud a través de diferentes partes, como la piel, los ojos e incluso nuestras uñas.

Recientemente, se ha descubierto una conexión intrigante entre la diabetes y los cambios en la apariencia y textura de las uñas.

Un estudio revelador analiza cómo la diabetes puede afectar nuestras uñas y ofrece pistas importantes sobre posibles problemas de salud.

Prestar atención a estas señales podría ayudarnos a detectar la diabetes en etapas tempranas y tomar medidas preventivas.

SORPRENDENTE CONEXIÓN

Una revisión exhaustiva publicada en Practical Diabetes ha arrojado luz sobre la relación entre la diabetes y las uñas.

El autor del estudio, el Dr. Rowan Hillson, destaca que las uñas están compuestas por queratina, una proteína resistente, y una matriz ungueal, un tejido vivo que las mantiene saludables.

La diabetes puede alterar la función de esta matriz, debilitando las uñas y haciéndolas quebradizas y delgadas.

Además, las personas con diabetes pueden experimentar enrojecimiento alrededor de las uñas, conocido como telangiectasias periungueales, debido a anomalías en los capilares sanguíneos.

Estos signos podrían indicar una diabetes avanzada.

IMPACTO EN UÑAS DE LOS PIES

Las uñas de los pies también pueden revelar pistas importantes sobre la diabetes. Las infecciones fúngicas, como la onicomicosis, son comunes en personas con diabetes y enfermedades vasculares.

Estas infecciones pueden causar decoloración de las uñas, volviéndolas blancas, amarillas o incluso ligeramente verdes.

Además, las uñas afectadas pueden volverse gruesas y quebradizas, aumentando el riesgo de úlceras en los pies diabéticos.

Algunas personas también pueden notar enrojecimiento en la lúnula, la parte en forma de media luna de la uña.

Aunque la causa exacta aún no se ha determinado, este síntoma suele encontrarse en personas con diabetes, enfermedades cardíacas y problemas de tiroides.

(Foto y texto: Tomados del diario Debate)

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