Después de un largo periodo de ayuno, derivado de las horas de sueño, el desayuno representa el 30 por ciento de los nutrientes que se deben consumir diariamente, señaló el nutriólogo de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), Jesús Cervantes Noriega.

En un comunicado, la institución educativa destacó que el especialista considera que el desayuno es el pilar más importante en la alimentación, ya que este primer alimento del día proporcionará la cantidad de nutrientes esenciales para recargar energía.

El nutriólogo expuso que, tras despertar, las personas tienen una hora para consumir su primer alimento y para lograr un balance en la alimentación matutina, el desayuno debe incluir los tres nutrientes esenciales: carbohidratos, proteínas y grasas.

El especialista de la Facultad de Salud Pública y Nutrición de la UANL apuntó que la combinación de estos tres nutrientes es igual a un desayuno completo y balanceado.

“Si un día salgo a la carrera y me como un gansito o galletas, es rico en carbohidratos y azucares, pero no es un desayuno completamente balanceado, necesito agregar proteínas y grasas”, afirmó.  Sugirió que al salir muy rápido de casa “se puede consumir yogurt y huevo revuelto con barras de pan”.

En este ejemplo, añadió, las proteínas que se encuentran en el huevo causarán la saciedad para evitar el hambre en las próximas horas.

Mencionó que, en México, un alto porcentaje de la población adulta no desayuna o desayuna muy tarde. Según datos de la Secretaria de Salud federal, expuso, 2 de cada 10 niños no desayunan, mientras que los adolescentes realizan su primera comida del día hasta tres o cuatro horas después de despertar.

“Muchas veces nos pasamos el desayuno y nuestro primer alimento será la comida, y nos atracamos de alimentos, no nos ponemos un límite”, dijo.

Advirtió que estos excesos y desequilibrio en la distribución de nutrientes generan a futuro problemas de sobrepeso, hígado graso y diabetes tipo 2.

“Nuestro cuerpo, al momento de estar en ayuno, dentro de ocho horas es cuando los niveles de glucosa en sangre disminuyen; entonces me empiezan a dar temblores, no me puedo concentrar”, indicó.

Sostuvo que “es cuestión de disciplina, de mantener un horario específico para comer mis alimentos, para disciplinar mi cuerpo”, Cervantes Noriega explicó que un desayuno óptimo debe incluir pan y cereales, de preferencia integrales, los cuales brindan al cuerpo fibra y carbohidratos que aportan energía, vitaminas y minerales. Igualmente, recomendó lácteos bajos en grasa.

Mismos que aportan proteínas, calcio y vitaminas, además de frutas, porque proporcionan agua, vitaminas, minerales y fibra.

Sugirió también alimentos proteínicos como el jamón, el atún, el queso y el huevo, ya que son ricos en proteínas, grasa, vitaminas y minerales.

Manifestó que al igual que el desayuno, la comida y cena deben incluir proteínas, carbohidratos y grasas, pero en diferente proporción.

“En la cena es cuando nuestras actividades son menores, usualmente después de cenar nos sentamos en el sillón, por eso es importante que la cena sea ligera y tres horas antes de dormir”, expresó.

(Foto: Tomada de Notimex)

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