En un abrir y cerrar de aplicaciones en nuestro teléfono o computadora nos podemos llenar de mucha información… negativa.“Aquí una notificación”, “noticia de última hora”, “una breve señal informativa”.Echar mano del móvil es casi automático y antes de que nos demos cuenta, nos encontramos en una espiral de malas noticias: violencia, guerra y crisis dominan nuestros feeds de noticias.La transición fue gradual: a la pandemia le siguió la guerra de Ucrania, luego terremotos y desastres naturales y la guerra en Cercano Oriente, recuerda el informativo alemán DW Español.Las páginas de noticias están llenas de reportajes e imágenes crueles y deprimentes.¿QUÉ ES EL DOOMSCROLLING?Con el tiempo seguimos desplazándonos por diferentes portales que nos presentan los mismos temas deprimentes. ¿Nos detenemos? Por supuesto que no.Eso es exactamente el doomscrolling. Una palabra formada a partir de los términos ingleses “doom” (ruina) y el germanizado “Scrollen” (desplazamiento).Describe el consumo casi interminable de malas noticias. Desde la pandemia del coronavirus, el doomscrolling se ha ganado un lugar.PEGA MÁS LO NEGATIVOEl fenómeno suena paradójico, y de alguna manera lo es. Aquí es donde ataca el llamado “sesgo de negatividad”.Los seres humanos tenemos una tendencia natural a la negatividad. Las críticas, por ejemplo, influyen más en nuestro comportamiento y cognición que los elogios.Lo mismo ocurre con las malas noticias.“Nuestro cerebro procesa más rápido, mejor y más intensamente las palabras negativas, y esto hace que las retengamos mejor”. Maren Urner, neurocientíficaNuestro cerebro intenta luchar contra la incertidumbre, queremos estar preparados para la amenaza que nos aguarda. Cuantas más malas noticias leemos o más información recabamos, mejor preparados nos sentimos. Una falacia.TRUCOS DE LAS APLICACIONESLas aplicaciones están programadas precisamente para mantenernos enganchados. Para ello utilizan todo tipo de trucos psicológicos. El desplazamiento interminable se alimenta del “scroll inifito”.Otro truco es el mecanismo “pull-to-refresh”, cuando refrescamos nuestro timeline, no sabemos qué esperar.Esto libera la hormona de la felicidad, la dopamina. Nos sentimos fantásticos y queremos más.ESTRÉS CONSTANTEVer o leer noticias estresantes puede afectar negativamente a nuestros niveles de serotonina.El resultado puede ser agotamiento, tensión interior, irritabilidad, estado de ánimo depresivo, ansiedad y trastornos del sueño.Aquí también entra en juego la hormona del estrés, el cortisol, que nos permite rendir a corto plazo en situaciones exigentes.Sin embargo, un nivel de cortisol permanentemente elevado puede ser perjudicial, estamos prácticamente bajo estrés permanente.El alcance y los efectos del doomscrolling varían, pero los estudios muestran una conexión entre el consumo de malas noticias y mayores niveles de ansiedad, depresión, estrés e incluso síntomas similares a los del trastorno de estrés postraumático.EQUILIBRIO URGENTENo existe una fórmula única para consumir correctamente las noticias. Cada uno tiene que encontrar esa rutina por sí mismo. Pero hay algunos consejos para escapar de la espiral catastrofista:Céntrese en noticias fiables y profundas, consuma menos medios escabrosos.Establezca un tiempo y una duración fijos para leer noticias, por ejemplo 20-30 minutos por la tarde.No haga scroll sin fin a lo largo del día.Desconecta las notificaciones o los mensajes push. En su lugar, lea un resumen diario de las últimas noticias.(Foto: Tomada de DW Español)Compartir Navegación de entradasRevés contundente al cartel de Santa Rosa Se organiza Guanajuato para defender la democracia