El Proyecto de Investigación Cañada de la Virgen, en el municipio de San Miguel de Allende, liderado desde hace 15 años por la arqueóloga Gabriela Zepeda García Moreno, lleva a cabo un estudio arqueo genético en uno de los sitios más importantes de Guanajuato.

Para ello, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) estableció un vínculo con el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav Irapuato), según información de la agencia Notimex.

Lo anterior debido a la datación por radiocarbono de dos entierros excepcionales descubiertos en la Zona Arqueológica de Cañada de la Virgen.

De acuerdo con el INAH, los fechamientos arrojaron que los decesos de los individuos denominados “El jerarca” y de “La niña guerrero” acaecieron hacia 700 antes de Cristo, temporalidad muy distante del lapso de ocupación del sitio, entre 540 y 1050 d.C.

“El jerarca”, que debió fungir como guerrero o líder militar, fue depositado por última vez al interior de la pirámide principal, también nombrada “La Casa de los 13 Cielos”, en 760 d.C., envuelto en un petate y sosteniendo en sus brazos a un perro en su arduo camino hacia el inframundo, informó Gabriela Zepeda.

Por lo que toca a “La niña guerrero”, una infante que falleció aproximadamente a los siete años de edad, su deceso ocurrió hace más de 2,500 años, pero fue enterrada siglos después durante la ocupación de Cañada de la Virgen, con una rica ofrenda compuesta por un cuchillo de obsidiana, collares y pendientes hechos con caracoles y concha nácar.

La doctora Karla Sandoval, investigadora del Langebio, forma parte de un equipo de profesionales que tras años de experiencia en el extranjero, buscan formalizar en México el desarrollo de estudios de ADN antiguo y de paleogenómica, dijo la información de Notimex.

La investigadora es consciente de las posibilidades de análisis que conllevan las colecciones osteológicas bajo resguardo del INAH, las cuales incluyen restos de individuos precerámicos (con una datación superior a los 10 mil años), así como de sociedades complejas de los periodos previos al descubrimiento de América y la conquista española.

En el caso del corpus osteológico de Cañada de la Virgen, que incluye un total de 19 entierros humanos, una duda esencial es la que entrañan los restos de “El jerarca” y de “La niña guerrero”, señaló.

La investigadora refirió que en cuanto a los 19 entierros procedentes de Cañada de la Virgen, en el Langebio se han extraído muestras principalmente de dientes, a excepción de un hueso de neonato.

Todos ellos, incluidos los restos de “El jerarca” y “La niña guerrero”, pasaron por un proceso externo de limpieza, descontaminación y extracción de polvo óseo. A nivel molecular se llevó a cabo la extracción de ADN y la construcción de algunas librerías genómicas.

En un primer momento se efectuará una secuenciación diagnóstico a baja profundidad, y dependiendo de los resultados se elegirán las librerías necesarias para “enriquecerlas” (incrementar el ADN endógeno). Posteriormente se hará una secuenciación a alta profundidad de las mejores librerías.

Sandoval detalló que es necesario aplicar tecnologías bioinformáticas para verificar su autenticidad, como los patrones de daño que deben de estar presentes para validarla como endógena de los restos a analizar.

Dependiendo del estado y porcentaje del ADN endógeno, un primer paso consistirá en la secuenciación del ADN mitocondrial, de esta manera será posible determinar a cuál de los haplogrupos mitocondriales americanos (A, B, C, D y X) pertenecen los restos provenientes del sitio Cañada de la Virgen.

“La meta es contar con una descripción de la diversidad genética de los antiguos habitantes de Cañada de la Virgen; de sus relaciones de parentesco y su vínculo con otros grupos nativo americanos; verificaremos si corresponden al grupo otopame, así como las proporciones de mestizaje”, apuntó.

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