El miedo hace tomar riesgos y decisiones de forma rápida.

Pero es una conducta humana esencial para la vida, ya que nos adapta al estrés y al peligro.

Así lo define el especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Eduardo Calixto, quien explica que esa emoción se genera en la amígdala cerebral, donde también surge la felicidad, la tristeza y el asco.

“Así, el miedo nos mantiene bajo ciertos límites para no realizar algunas acciones, pues sin éste podríamos morir de manera rápida porque tomaríamos más riesgos”, indicó el académico de la Facultad de Psicología.

El miedo tiene una neuroquímica muy especial que libera adrenalina y dopamina, pero al mismo tiempo se libera cortisol, que es una sustancia que adapta al ser humano para sobrevivir.

La sensación que nos lleva a tomar decisiones, también nos obliga a correr más rápido, nos incrementa la frecuencia cardíaca, y paulatinamente, nos adapta para conocer el entorno y tener un mejor control de las cosas.

Además de los neuroquímicos anteriores, con este sentimiento se libera oxitocina y se busca que otras personas entiendan por la situación que pasa el individuo.

“De hecho, entre más miedo sentimos, más sociables nos comportamos y entendemos que otras personas nos pueden acompañar en la emoción y nos hacen sentir mejor”, refirió.

El especialista advirtió que cuando el miedo se convierte en fobia se cambia totalmente la proyección y adaptación de vida, lo que debe tratarse con terapia para rebobinar y cambiar ciertas redes neuronales.

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