La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la contaminación atmosférica es uno de los riesgos ambientales más importantes a nivel mundial, ya que 4.2 millones de muertes prematuras anualmente son atribuibles a la polución del aire exterior con material particulado.

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Horacio Riojas Rodríguez, director de Salud Ambiental del Instituto Nacional de Salud Pública, indicó que en lo que se refiere a los contaminantes climáticos de vida corta (carbono negro, metano, ozono e hidrofluorocarbonos), los cuales permanecen en la atmósfera por poco tiempo (horas o semanas), tienen efecto de calentamiento en el clima a nivel global y regional, y causan efectos negativos en la salud, la agricultura y los ecosistemas, consignó la agencia Notimex.

“El incremento en la temperatura promueve mayores concentraciones de ozono, con lo que se tienen más horas con radiación solar y más días con incremento en la exposición a este contaminante.

“Mientras que el carbono negro, como componente de las partículas respirables, incrementa la temperatura y la exposición a él provocando una disminución de las funciones vascular y respiratoria, agravamiento de los síntomas del asma e inflamación pulmonar, entre otros”, detalló Riojas Rodríguez.

En un comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el experto puntualizó que la OMS señala que entre 2030 y 2050 se espera que el cambio climático cause aproximadamente 250 mil muertes adicionales por año debido a la malnutrición, paludismo, diarreas y golpes de calor.

Tan sólo en México, dijo, durante el período 2002-2010 se registró el fallecimiento de 393 personas por calor natural excesivo, la mayor parte en el noreste del país.

Explicó que durante los últimos veinte años se han hecho estimaciones sobre los efectos del cambio climático en la salud humana.

Entre los impactos directos que se han identificado está que las temperaturas extremas, las olas de calor y el frío intenso tienen efecto directo en la salud.

En lo que se refiere a la isla de calor, las consecuencias son golpes de calor, deshidratación y falla cardiorrespiratoria. Además, Riojas Rodríguez advirtió que se prevé que en el 2020, el cambio climático exponga a estrés hídrico a aproximadamente 75 millones de personas en África.

Y que en el período 2020-2030, el cambio climático deprima la producción de cereales de dos a tres por ciento, lo que aumentará el riesgo de hambruna para 10 millones de personas. Hoy en México existen 28 millones de personas sin acceso a la alimentación, 27.6 de ellas niños.

El especialista recordó que las respuestas de mitigación y adaptación al cambio climático tienen beneficios directos en la reducción de la mala salud de la población, por lo que ahorrar en prevención ahora significará un mayor gasto en tratamientos en el futuro.

(Foto: Tomada de Notimex)

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