La Universidad de Oxford comenzará un ensayo que combina las vacunas contra el Covid-19 de AstraZeneca Plc y Pfizer Inc., lo que podría permitir una mayor flexibilidad en el uso de los escasos suministros a nivel mundial, informó la agencia Bloomberg.

La universidad británica comenzará a reclutar esta semana a 820 participantes mayores de 50 años en ocho sitios del Reino Unido, según un comunicado emitido este jueves.

Las vacunas de las farmacéuticas Astra y Pfizer se administrarán en diferentes órdenes y con dos intervalos de dosificación, con cuatro y 12 semanas de diferencia.

El ensayo permitirá a los investigadores observar si dos dosis de diferentes vacunas producen mejores o peores resultados que dos dosis del mismo producto.

El estudio podría ser clave para aliviar la presión sobre los fabricantes de vacunas por su suministro en caso de que se enfrenten a dificultades en la fabricación.

Los retrasos en el suministro de vacunas de AstraZeneca y otras farmacéuticas han provocado tensiones con la Unión Europea, lo que ha llevado al grupo a implementar controles de exportación para ayudar a retener sus propias vacunas.

ESPERANZA CONJUNTA

Si es posible combinarlas, los países podrían estar más abiertos a ayudarse mutuamente con el suministro de excedentes.

La inscripción de participantes debería completarse este mes, y se espera la entrega de datos preliminares cerca de junio, según Matthew Snape, el investigador de Oxford que lidera el ensayo.

El Gobierno del Reino Unido aportó 7 millones de libras (9.6 millones de dólares) para el estudio.

Es una gran combinación de ciencia y política”, dijo Snape.

La combinación de vacunas para generar una respuesta inmune mejorada es común para vacunas que apuntan a enfermedades como la hepatitis A y B, y puede aumentar la respuesta inmune porque la segunda dosis no estará limitada por ninguna inmunidad que el cuerpo haya desarrollado.

Tanto la vacuna de Astra como la de Pfizer apuntan a la proteína espiga que el virus usa para ingresar a las células.

La vacuna de la farmacéutica británica es transportada por un adenovirus de chimpancé debilitado, mientras que la vacuna de la compañía estadounidense usa un material genético llamado ARN mensajero.

(Foto: Tomada de la agencia AP)

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