La industria musical y cultural estadounidense se une este martes por la noche a millones de personas para transmitir un mensaje: unión y paz. Unión contra el racismo, unión contra la injusticia social y unión, en definitiva, contra la violencia.

Mientras Estados Unidos está militarizándose para contener las protestas, la industria musical y cultural vivirá un apagón histórico en señal de duelo por la muerte del ciudadano afro George Floyd.

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Conocido como el “BlackOut Tuesday”, el movimiento inició con el propósito de las grandes plataformas de streaming de donar los beneficios obtenidos durante el día a organizaciones que luchan contra el racismo en los Estados Unidos. Cambios en los logotipos, playlists que reivindican la importancia de la comunidad afroamericana y hasta parones y silencios durante 8 minutos y 46 segundos (el tiempo que duró el presunto homicidio de George Floyd según el forense) son algunas de las iniciativas de esa parte de la industria musical.

#TheShowMustBePaused es el hashtag con el que también se ha llamado a esta movilización cultural en apoyo de la comunidad negra. La página web con ese dominio recoge donaciones para las familias de los 3 afroamericanos muertos durante la semana, así como a organizaciones que luchan contra el racismo.

PROTESTAS SIN FRENO

El lunes por la noche, decenas de personas fueron arrestadas durante las protestas en diversas ciudades de Estados Unidos.

En California, la Policía de Oakland arrestó al menos a 40 personas por violar el toque de queda dispuesto para las 20:00 horas. Atlanta arrestó a 52.

Minnesota, estado en que murió Floyd, aprehendió a 66 en una movilización afuera del Capitolio.

Un senador de Nueva York, Zellnor Myrie, que participó en una protesta pacífica en Brooklyn el lunes por la noche, denunció que fue rociado con gas pimienta.

De acuerdo con un recuento de The Associated Press, más de 6 mil 500 personas han sido arrestadas desde el inicio de las manifestaciones la semana pasada.

En tanto, al menos cinco policías fueron alcanzados por disparos, dijeron autoridades y medios, horas después de que el presidente Donald Trump declaró que desplegará al Ejército si no se detienen los disturbios.

Trump agravó las tensiones al posar ante los medios delante de una iglesia con una Biblia en la mano, después de que agentes dispararon balines de goma y lacrimógenas para dispersar a los manifestantes.

El Servicio Secreto del país, encargado de proteger al presidente, cerró el martes hasta nuevo aviso las calles alrededor de la Casa Blanca, según reportes de prensa.

Los manifestantes incendiaron un centro comercial en Los Ángeles, saquearon tiendas en la ciudad de Nueva York y se enfrentaron a la Policía en St. Louis, Misuri, donde cuatro agentes fueron llevados al hospital con heridas no graves.

Un quinto agente recibió un disparo en protestas en la zona de Las Vegas Strip, reportó la Policía en un comunicado. Otro oficial estuvo “involucrado en una balacera” en la misma área.

“Le arrojaron gasolina a oficiales”, dijo a periodistas el comisionado de la Policía de St. Louis, John Hayden.

“¿Qué está pasando? ¿Cómo puede ser esto? El señor Floyd murió en otro lugar y están destrozando ciudades de todo el país”.

Agentes resultaron heridos en enfrentamientos en otros lugares, incluido uno que se encontraba grave tras ser atropellado por un automóvil en el Bronx, dijeron las autoridades.

Trump ha condenado la muerte de George Floyd, un afroamericano de 46 años que perdió la vida después de que un policía blanco le inmovilizara el cuello con su rodilla durante casi nueve minutos en Minneapolis el 25 de mayo.

El Mandatario ha prometido justicia, pero declaró que las protestas legítimas no pueden ser ahogadas por una “turba furiosa”.

“Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, entonces desplegaré al Ejército de Estados Unidos y resolveré rápidamente el problema por ellos”, advirtió.

La muerte de Floyd ha reavivado las tensiones raciales en un país políticamente dividido que ha sido golpeado fuertemente por la pandemia de coronavirus. Los afroamericanos representan un número desproporcionadamente alto de casos.

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