Ha sido un descubrimiento fascinante. El astrofísico Cao Zhen abría una escotilla de acero en una meseta tibetana azotada por el viento y baja por una escalera a la oscuridad más profunda. Su linterna señala un bote que flota en una piscina de agua purificada sobre miles esferas relucientes del tamaño de pelotas de playa.

Está dentro de un observatorio de 175 millones de dólares en el monte Haizi de China que ya ha descubierto algo que seduce a los astrónomos sin que el centro esté técnicamente completo: haces de rayos gamma del espacio exterior que algún día podrían ayudar a explicar cómo se crea y distribuye la materia en el universo, dice la agencia AP.

El Gran Observatorio de Ducha de Aire a Gran Altitud (LHAASO), el más grande de este tipo, ha detectado una docena de fuentes de rayos gamma de energía ultra alta, según un estudio publicado en la revista Nature, de lo que Cao denomina “muchos puntos calientes” en la Vía Láctea.

Nunca antes se habían detectado rayos gamma con una energía tan alta, y los hallazgos sugieren que podrían proceder no solo de estrellas moribundas sino generarse en el interior de estrellas jóvenes masivas.

RESULTADOS IMPRESIONANTES

“Estos resultados son realmente impresionantes, de los más emocionantes que he visto nunca”, afirmó Alan Watson, un astrofísico que trabaja con el Observatorio Pierre Auger en Argentina.

El equipo de Cao rastreó 530 rayos gamma de alta energía hasta 12 fuentes, incluyendo un enorme cúmulo de estrellas jóvenes llamado Capullo de Cygnus y la nube interestelar denominada Nebulosa del Cangrejo.

Los rayos gamma son un tipo de radiación extrema generada por las explosiones más calientes y brillantes del universo, como cuando una gran estrella implosiona. Estas implosiones crean también la materia que forma los planetas y todo lo que vive en ellos, incluidos nosotros.

LIBERADORES DE ENERGÍA

De todas las ondas electromagnéticas del universo, los rayos gamma tienen las longitudes de onda más cortas y la mayor cantidad de energía. Pueden liberar más energía en 10 segundos que nuestro sol en 10 mil millones de años.

La piscina de agua purificada de LHAASO que atravesó Cao mide la metralla subatómica — la “ducha de aire” que menciona el nombre — que se crea cuando los rayos gamma y las partículas de alta energía llamadas rayos cósmicos chocan con la atmósfera de la Tierra.

La metralla incluye unas misteriosas partículas llamadas muones que adquieren la forma de tenues destellos azules, o radiación de Cherenkov, en las aguas oscuras del observatorio. Los 3.120 globos del tamaño de pelotas de playa contienen sensores diminutos que miden la radiación.

(Foto: Tomada de la agencia AP)

Compartir