Las escorts extranjeras viven una problemática insospechada cuando llegan a México.

Una nota del diario Reforma indica que el feminicidio de Kenny Finol ha destapado una seria problemática que viven las jóvenes extranjeras cuando llegan a México -en especial la capital- y ejercen el sexoservicio.

Investigaciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalinas, dice la nota de Reforma, señalan que bandas criminales aprovechan la vulnerabilidad familiar, económica y migratoria de las víctimas para involucrarlas en líos de droga.

Personal de Inteligencia de la PGJ local obtuvo una serie de fotografías donde se aprecia a Kenny con un aparente paquete de cocaína pura y dos rifles de asalto usados por cuerpos policiacos de élite.

En otras imágenes aparece con Bryan, “El Pozoles”, supuesto lugarteniente de Roberto Mollado Esparzan, “El Betito”, líder de narcomenudistas y extorsionadores del Centro, dice la nota de Reforma.

“El Pozoles” es el principal sospechoso de asesinar a Jenny, luego de que sostuvieran una relación llena de abusos y amenazas.

De acuerdo con el análisis de las autoridades capitalinas citado por Reforma, algunas de las mujeres, como Kenny, fueron enganchadas con droga y después fueron usadas para ocultar, trasladar y distribuir estupefacientes.

A otras les prometieron seguridad y estabilidad financiera, sin embargo, terminaron explotadas laboralmente, secuestradas o asesinadas.

Los primeros casos en la Ciudad de México corresponden a la escort checa Lucie Schmitt Martova, asesinada en 2008 por su pareja, Rafael Rentería, un supuesto sicario de Tepito y Vanesa Martínez, argentina enganchada con cocaína cuyo cuerpo tardó más de un año en ser identificado.

En la indagatoria FBJ/BJ-1/UI-1S/D/7547/12-2017, integrada en diciembre de 2017 por el feminicidio de la argentina Karen, y quien era amiga de Kenny y Génesis, otra venezolana fallecida, se descubrió que el responsable no era un cliente sino un conocido que la citó en el hotel Pasadena fingiendo ser un usuario del servicio.

Su esposo era un comerciante de Tepito, liga que comparte con Katya, escort asesinada en abril de ese año, cuyo padre presuntamente estaba vinculado a la mafia del Barrio Bravo.

Kenny, se comprobó, tenía una relación con Bryan, “El Pozoles”, quien controla casas de seguridad de “El Betito” en la calle de González Ortega, en el Barrio de Tepito.

Estas vinculaciones dejaron de ser casuales y las autoridades locales perciben que algunos grupos criminales establecieron operaciones de extorsión y secuestro a extranjeras vulnerables en la Ciudad de México.

La Procuraduría de Justicia de la CDMX no ha detenido a los feminicidas, finaliza la nota de Reforma.

(Foto: Tomada de Twitter @NTN24ve)

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