Congreso de Guanajuato aprueba deuda de 8 mil millones para acueducto y obras públicas

(Fotografía: Cortesía)

El Congreso del Estado de Guanajuato aprobó la contratación de una deuda por 8 mil millones de pesos, monto que se dividirá entre la construcción del acueducto Solís-León y diversas obras públicas en beneficio de distintos sectores de la población.

La iniciativa fue avalada por la mayoría de los diputados, con 24 votos a favor de legisladores del PAN, PRI, PRD, Movimiento Ciudadano y PVEM, mientras que los integrantes de Morena y del Partido del Trabajo votaron en contra del financiamiento por considerarlo perjudicial.

Del total aprobado, 4 mil millones de pesos se destinarán específicamente a financiar el proyecto del acueducto Solís-León, que busca mejorar el suministro de agua potable en diversas regiones del estado, obra que se ejercerá a través de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Los otros 4 mil millones se orientarán a obras de infraestructura pública, que incluyen programas destinados a la educación, con 150 millones de pesos para equipamiento, 1 200 millones para desarrollo social, 800 millones para movilidad regional, 700 millones para el campo, 650 millones para seguridad y 500 millones para salud.

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Debate y protestas en el Congreso

La aprobación del crédito público estuvo acompañada de un intenso debate político y protestas sociales. Campesinos y pobladores de municipios como Acámbaro expresaron su rechazo al financiamiento, gritando consignas en contra de la decisión de los diputados y señalando su inconformidad con la manera en que se aprobó el endeudamiento.

Los legisladores de oposición argumentaron que la deuda pone una carga financiera significativa sobre el estado y criticaron la falta de precisión en los detalles de las obras que serán desarrolladas con dichos recursos.

El financiamiento por 8 mil millones de pesos representa uno de los mayores créditos autorizados en la historia reciente del estado y se suma a la deuda pública existente, que ha ido incrementándose en años recientes. Los defensores del proyecto sostienen que la inversión en infraestructura como el acueducto y otras obras estratégicas es necesaria para atender necesidades básicas y mejorar la calidad de vida de la población guanajuatense.

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