En la ordeña de combustible a Pemex hay involucrados muchos técnicos de la propia paraestatal.

Investigaciones internas de la petrolera, divulgadas por el diario Reforma, revelan que técnicos en activo o personal que fue capacitado por la compañía colaboran en el robo de hidrocarburos.

Entre los involucrados, dice la nota de Reforma, hay empleados que saben medir la presión del combustible en los ductos y colocar válvulas, además de que conocen el funcionamiento de las terminales de almacenamiento y reparto.

“Se presume la existencia de algunos trabajadores de Pemex y autoridades de los tres órdenes de Gobierno que participan en el mercado ilícito de combustibles”, reconoció la petrolera en una revisión de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), citó Reforma en su información.

“Esto genera pérdidas y pone en riesgo las instalaciones productivas, a la población y el medio ambiente”, añadió el reporte citado por Reforma.

Jorge Salcido, ex superintendente de Operaciones de la Zona Norte para Pemex, a quien le tocó combatir a grupos criminales como Los Zetas en Coahuila, reconoció que dentro de la compañía hay personal que no tiene interés en frenar la ordeña, consignó Reforma.

“En Saltillo, rumbo a Torreón, nos encontramos con una toma clandestina, encontramos cinco tanques enterrados, más de 300 mil litros de gasolina y diésel”, dijo el ex empleado a Reforma.

“Sin embargo, el administrador de la terminal de almacenamiento y reparto de Gómez Palacio decía que no tenía faltante. Así no era posible combatir la ordeña”.

La Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros ha manifestado que el crimen organizado opera con la complicidad de funcionarios de la empresa en la ordeña a los ductos.

En la auditoría se reportó que, en 2011-2016, el número de tomas pasó de mil 323 a 6 mil 537, 394 por ciento más.

“La Gerencia de Gestión Técnica, adscrita a la Subdirección de Salvaguardia Estratégica de Pemex Corporativo, señaló, sin proporcionar la evidencia, que esto (el aumento en la ordeña) se debió a que se cancelaron programas y proyectos de seguridad por ajustes presupuestales”, se indica en la auditoría citada por Reforma.

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