El cinismo de la delincuencia no tiene límites. Luego de que Pemex decidió cerrar el ducto Topolobampo-Guamúchil-Culiacán en Sinaloa a fin de combatir la ordeña de gasolina, el crimen organizado optó por robar 18 kilómetros de tuberías.

El diario Reforma hizo un recuento del caso en el que señaló que la suspensión del envío de combustible al ducto ocurrió desde el pasado 1 de agosto. Ese ducto tiene una longitud de 222 kilómetros.

Personal de Pemex citado por Reforma, dijo que la Fiscalía General de la República (FGR) investiga como posibles causas del robo la reventa de la tubería, el sabotaje de criminales en represalia por el cierre del ducto y por la búsqueda de remanentes de combustible.

“Se robaron 18 kilómetros de poliducto (en lo que va del año). Van 15 robos a la fecha, lo está atendiendo Pemex y Sedena”, indicó a Reforma el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel.

El mandatario estatal priista detalló que ese tramo ha sido extraído principalmente en la sindicatura de Pericos, en el municipio de Mocorito, una zona de conflicto por la operación del Cártel de Sinaloa.

DUCTO TROZADO

El ducto, que se compone de metal y hule fabricados con material de alta calidad, fue trozado en distintos segmentos a lo largo de su trayecto, que atraviesa por los municipios de Ahome, Guasave, Salvador Alvarado, Mocorito y Culiacán.

Fuentes de Seguridad Física de Pemex confirmaron el robo del sistema de distribución de combustible que pasa por debajo de sembradíos de maíz, garbanzo y frijol, y vías secundarias, donde operan células del Cártel de Sinaloa.

Aunque indicaron que ellos aún no tienen cuantificada la longitud de lo hurtado, un superintendente de Seguridad Física indicó que decenas de tramos de entre 20 y 50 metros del ducto fue cortado, principalmente entre las localidades de El Naranjo y Tierra Blanca.

ZONA VULNERABLE

Entre 2010 y 2018 se registraron un gran número de tomas clandestinas en ese ducto y la zona de Pericos es donde más afectaciones se han reportado.

En 2016 se optó por cerrar el paso del combustible y transportar a través de pipas, pero hacerlo de esa manera resultó 14 veces más costoso, de acuerdo con empresarios afiliados a Onexpo, que es la unión de asociaciones de gasolineros más grande de México.

Dos años después, con la nueva administración se volvió a cerrar el poliducto y el combustible se volvió a transportar en pipas, las cuales fueron resguardadas por el Ejército y la Guardia Nacional.

Los “piquetes” disminuyeron y solo se reportaron sólo 77 casos en 2019 (en búsqueda de remanentes), cuando un año antes se habían registrado 425 en los poliductos.

A nivel nacional, de enero a junio Pemex reportó 772 tomas clandestinas en sus sistemas de ductos, 290 de ellas en Hidalgo, 171 en Estado de México y 105 en Puebla.

(Foto: Tomada de manufactura.com)

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