Hace más de 200 años, el científico italiano Luigi Galvani colgó en la terraza de su casa las ancas de rana que acababa de seccionar.Al aumentar la fuerza del viento, Galvani observó que las ancas daban pequeños saltos cada vez que golpeaban contra la barandilla. Así llegó a una conclusión: tenían “energía animal”.Alessandro Volta dijo que las ancas no generaban energía, sino que ésta provenía de los ganchos de cobre que las sujetaban y entraban en contacto con la barandilla metálica a través de ellas.Su teoría quedó demostrada cuando en el año 1800 presentó al mundo la primera pila eléctrica.Así que, en resumen, las ancas de una rana inspiraron la discusión sobre la energía de una pila.Compartir