Tal y como se preveía, estallaron los choques entre manifestantes palestinos y el Ejército israelí en la ciudad de Cisjordania, un día después del anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de trasladar la embajada de su país a Jerusalén.Manifestantes quemaron este jueves carteles con los retratos de Trump, y del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, además de banderas de ambos países.En la Franja de Gaza, el líder de Hamas, Ismail Haniyeh, llamó a una nueva intifada, o alzamiento contra Israel, en medio de la furia generalizada ante la decisión de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.En Cisjordania, multitudes encendieron neumáticos y arrojaron piedras a las fuerzas antimotines, mientras que, en Belén, los soldados intentaron dispersar a los manifestantes con cañones de agua y gases lacrimógenos.Las manifestaciones presagian una Navidad agitada en la ciudad milenaria.La ciudad de Ramalá, asiento del Gobierno palestino, fue cubierta por una nube de humo negro por la quema neumáticos.Los palestinos reclaman a Jerusalén oriental, anexado a Israel desde 1967.“La decisión estadounidense es una agresión contra nuestro pueblo y una guerra a nuestros santuarios”, afirmó el líder de Hamas en un discurso en el que instó a sus seguidores a prepararse para cualquier orden.“Queremos que el alzamiento dure y continúe para que Trump y la ocupación lamenten la decisión”, señaló Haniyeh.Los palestinos cerraron escuelas y tiendas en el inicio de “tres días de furia”, al momento que se realizaron manifestaciones en otras ciudades y frente a la Puerta de Damasco en la Ciudad Vieja.Compartir