Son el mejor remedio para aquellas personas que padecen gastritis, colitis o algún mal intestinal. Se trata de los llamados búlgaros, que ofrecen grandes beneficios, aunque pocas personas desconocen cómo se preparan y por qué son tan famosos.

Un artículo del diario Excélsior indica que, a fin de que las personas los distingan, los búlgaros de leche tienen la apariencia de arroz cocido esponjoso, palomitas o mini coliflores, mientras que su color tiende a ser entre amarillento o blanco y su olor es similar al del queso o el jocoque.

La información precisa que se trata de un género de bacterias gram positivas anaerobias facultativas, de acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, y su función es convertir lactosa y otros monosacáridos en ácido láctico –una especie de yogurt– también conocido como kéfir.

Su fama se debe a que son el mejor aliado del aparato digestivo, pues lo protegen de la acidez natural del estómago, además de que previenen y controlan infecciones, diarrea, estreñimiento y colitis.

RECUPERA FLORA INTESTINAL

Los búlgaros también se recomiendan después de un tratamiento con antibióticos, pues ayudan a recuperar la flora intestinal afectada por los medicamentos.

Los búlgaros –unión simbiótica de varios microorganismos y levadura– se utilizan tradicionalmente como iniciador para la fermentación de la leche, la filtración se recupera y éstos pueden ser utilizados infinitamente de tener los cuidados adecuados.

BENEFICIOS AL ALCANCE

La información de Excélsior indica que, en un recipiente de vidrio, se debe dejar reposando los búlgaros en medio litro de leche entera, por uno o dos días, dependiendo de la acidez que desees conseguir del kéfir.

  • Deben de permanecer a temperatura ambiente.
  • Debido a que durante la fermentación se acumulan gases, se recomienda tapar el recipiente de vidrio con una manta de cielo, para permitir que la mezcla respire.
  • Evitar que les dé la luz directa, pues los afecta.
  • Se pueden remover de vez en cuando, si así se desea.
  • Pasadas 12 o 24 horas, se debe probar la leche, su sabor será ácido y la consistencia viscosa.
  • Si el sabor es agradable, retirar los búlgaros del recipiente de vidrio con una coladera y lavarlos con agua fría.
  • Una vez limpios, colocarlos en un nuevo recipiente de vidrio para que comiencen una vez más el ciclo.

USO DEL KÉFIR O CREMA ÁCIDA

  • Debido a que transforman la leche en crema ácida o una especie yogurt, se puede comer con fruta picada o mezclarse con miel, además se puede utilizar para preparar gelatinas, mousse, budín o paletas, las posibilidades son infinitas, es cuestión de ponerse creativos.

CUIDADO NECESARIO

  • Lavarlos con agua potable, antes de cada cambio de leche entera.
  • Utilizar de preferencia un recipiente de vidrio, transparente y alto que esté perfectamente limpio.
  • Si se conservan en un ambiente frío no se reproducirán tan rápido, como si se deja en un ambiente más cálido.
  • Debido a que se reproducen rápidamente, en lugar de tirarlos, se les puede compartir con otras personas.
  • Si ya te han convencido, se puede encontrar venta de búlgaros en algunos supermercados, también a través de plataformas como Mercado Libre o incluso en páginas de Facebook, incluso hay personas que los regalan así que no esperes más y consigue los tuyos.

(Foto: Tomada del diario Excélsior)

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