“Tengo que estar bien yo, lo que te sirve lo tienes que traer contigo y lo que no, aunque te duela lo debes soltar”.

Esta es una de las tantas expresiones de Maricela Aldape Escobedo, una mujer de León, Guanajuato, que hoy representa a cientos de voces de mujeres quienes han vivido o viven una situación de violencia de género.

Ella es portavoz de su historia de vida, donde seguramente otras mujeres se identificarán con algunos momentos de tensión, de dolor, desesperanza, decisiones, fortalezas y nuevos proyectos.

MARCADA POR LA VIOLENCIA

Maricela tiene 30 años, es madre de un niño de 3 años, tres adolescentes, una mujer y dos varones, uno de ellos diagnosticado con epilepsia. Cuando habla y cuenta cómo fue reconociendo sucesos que han marcado su vida los cuales recuerda con gran facilidad; les dice con voz clara y directa.

Maricela durante muchos años vivió diversas violencias ejercidas por su pareja, entre ellas la violencia psicológica, física y económica.

“NO TE VOY A DAR DINERO”

En su día a día, no faltaban las frases como “no te voy a dar dinero”, “tu no sirves para nada”, “eres basura”, acompañadas de gritos; todo esto la ponía triste y lloraba constantemente, además de sentirse derrotada, hasta pensar de manera frecuente que “ya no podía más”.

Tenía muchos problemas con mi esposo, yo ya estaba desesperada. Siempre llegábamos a un acuerdo, pero después era lo mismo, otra vez la violencia. Yo me empecé a deprimir, incluso llegué a decir que no valía nada, tiene razón lo que él me dice”.

APOYO DESDE IMMUJERES

En abril del 2019, ella se reencontró con una amiga quien le dijo que había una institución de apoyo.

Por un momento Maricela relata que ya no creía en nada ni en nadie, pero al ver que ella y sus hijos no tenían libertad, con días que transcurrían entre gritos y golpes.

En esta ocasión, no dudó en acudir al Instituto Municipal de las Mujeres (IMMujeres), pues sabía que su relación cada vez se tornaba más violenta.

En cuanto llegué me brindaron atención en trabajo social, me pasaron al área psicológica y jurídica, ellas mismas que trasladaron y me brindaron acompañamiento para poner la denuncia, en ese momento yo me aferré y me agarré del Instituto para salir de esto, porque me hicieron sentir bien, el ánimo que traía hasta el suelo se me levantó”, dice.

REGRESA LA ESPERANZA

“Me volvió la esperanza, pues pensé: ellas son como yo. La atención se nota luego luego, sí les importamos y lo demuestran con hechos. Es como cuando sientes mucho frío y alguien te da un suéter, te cobija y sientes el calor de las personas”.

A partir de ese momento supo que su vida tomaría otro rumbo, con el seguimiento y el fortalecimiento en el grupo terapéutico.

Por medio de este acompañamiento, en el año 2020 toma la decisión de generar un ingreso para ella, sus hijas e hijos “empecé a trabajar como empleada doméstica y a partir de ese día no nos falta comida”.

EL ENCIERRO Y LA VIOLENCIA

La contingencia sanitaria por Covid-19 sin duda alguna ha marcado un antes y un después en la vida de muchas mujeres, con la visibilización de la violencia, pero también con el reflejo en lo cotidiano de los roles de género que, a lo largo de los años, se han asignado a las mujeres.

Las prácticas violentas se han acentuado al convivir más tiempo con los agresores; sin embargo, el detectar estas situaciones, permite que se pueda brindar una atención más oportuna, con apoyo de vecinas, amigas, familiares de las víctimas e instituciones de apoyo como IMMujeres es que se ha logrado contribuir en sus vidas para identificar las violencias, prevenirlas y atenderlas.

SEPARACIÓN SANA

Tal es el caso de Maricela, que después de un año de llevar su proceso, en abril del presente año tomó la decisión de separarse de su esposo e iniciar una nueva vida, un nuevo proyecto.

“Yo invito a las mujeres que estén pasando por estas situaciones, que hay ayuda profesional, apoyo especializado; hoy me siento grande, siento que valgo. Claro que no fue fácil tomar un rumbo nuevo con mis cuatro hijos, pero hoy nos sentimos libres, no nos sentimos atados a una persona que no ayuda”.

MEJOR FUTURO

Actualmente continúa su proceso terapéutico y jurídico en el IMMujeres, con un proyecto a mediano plazo de iniciar la venta de productos cosméticos y prendas de vestir.

Cada historia de violencia es diferente, salir de esa situación no es fácil, por ello, debe brindarse un tratamiento específico que responda a las necesidades de cada persona.

En lo que va del año, la paramunicipal tiene un registro de 3 mil 911 atenciones psicológicas, jurídicas y laborales.

MÁS DE 260 MUJERES ATENDIDAS

El trabajo interinstitucional está presente en todo momento, por eso desde el Grupo Especial ‘Mujeres Seguras’ que encabeza la Secretaría de Seguridad Pública, se han canalizado a 264 ciudadanas al IMMujeres, quienes han necesitado una atención y tratamiento especializado.

Si conoces a alguien que vive violencia y está en una situación de riesgo, no dudes en marcar al número de emergencias 911. Por medio de la línea estatal de Atención Integral a las Mujeres 075, puedes recibir atención psicológica y jurídica las 24 horas los 365 días del año.

Durante el periodo de contingencia también el IMMujeres León ha habilitado un número de WhatsApp en el que puedes enviar un mensaje: 477 925 1034.

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