En otro país, el escándalo habría provocado la renuncia masiva de funcionarios públicos por engaño y derroche de dinero. Pero en el México de la 4T, se opta por minimizarlo y olvidarlo.La boda de un entonces funcionario de la Cancillería en un recinto cultural histórico como el Museo Nacional de Arte (Munal) de la capital del país exhibió los lujos y engaños de los que son capaces los funcionarios de la llamada Cuarta Transformación.Fue el periodista Claudio Ochoa quien exhibió desde el domingo en el diario El Universal cómo Martín Borrego Llorente, entonces jefe de Oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores, usó el Munal para llevar a cabo su boda con invitados que incluyeron a la hoy titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena.El periodista inició su investigación gracias a las fotos de los invitados que subieron a Instagram, donde mostraron el recinto y el brindis por los novios.MENTIRAS Y RENUNCIABorrego Llorente mintió, pues inicialmente solicitó el Munal a la Secretaría de Cultura para una “recepción diplomática” cuando en realidad fue para festejar su enlace matrimonial con su pareja Ionut Valcu, jefe de la Misión de la Embajada de Rumania en México.Tras la publicación de la investigación, Borrego Llorente renunció al cargo que ejercía actualmente en la Semarnat, el cual fue promovido por la misma Alicia Bárcena, la ex titular de la Cancillería.El escándalo creció más, pues Bárcena aparece en las fotos y en video de la boda con los novios y brindando por ellos.No obstante, la funcionaria federal intentó deslindarse el martes en una “nota aclaratoria”, donde dijo que, como Secretaria de Relaciones Exteriores, “no autorizó y no fue informada de la solicitud” enviada por Borrego al Munal.Borrego ha sido uno de los funcionarios más cercanos a la Secretaria.LES LEEN LA CARTILLA, PERO NADAEl martes, la propia presidenta Claudia Sheinbaum leyó la cartilla a los funcionarios de su Gobierno, a quienes prohibió incurrir en abusos, tráfico de influencias y mal uso de instalaciones.“Sobre el comportamiento de los colaboradores, no deben usarse espacios públicos para ninguna conmemoración, celebración, actividad. Evidentemente, hay actividades de Relaciones Exteriores o de otras Secretarías que tienen que ver con reuniones protocolarias que se realizan, pero no, digamos, fiestas o acciones”, dijo.Ningún funcionario o comunicador afín a la 4T ha abordado el tema de la boda, optando por citar solamente a la presidenta.(Fotos: Tomadas de redes sociales)Compartir Navegación de entradasRechaza Guanajuato reporte de Salud federal Ex agente de la CIA y militar será embajador de EU en México