El refrigerador es un electrodoméstico esencial en cualquier cocina, permitiéndonos conservar una amplia variedad de alimentos y prolongar su vida útil.

Sin embargo, no todos los productos se benefician de las bajas temperaturas.

De hecho, algunos alimentos pierden calidad, textura, e incluso nutrientes importantes al almacenarse en el frío.

Para optimizar la frescura y valor nutricional de ciertos alimentos, es crucial conocer cuáles no deben guardarse en el refrigerador.

La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) destaca cinco alimentos que, en lugar de preservarse mejor en el refrigerador, pueden perder gran parte de sus propiedades al ser almacenados incorrectamente.

TOMA NOTA

Estos son los alimentos con los que puedes cometer el error de meterlos al refri:

Papas

Las papas son un básico en la cocina, pero guardarlas en el refrigerador es un grave error. El frío transforma el almidón de las papas en azúcar, lo que afecta su textura, volviéndola granulosa o harinosa una vez cocidas.

Además, el sabor se altera, volviéndose extrañamente dulce, y las papas almacenadas en refrigeración son propensas a desarrollar manchas oscuras y aceleran su descomposición. La mejor forma de conservarlas es en un lugar fresco y oscuro, como una despensa, donde se mantendrán en buen estado durante más tiempo.

Tomates

Si eres amante de los tomates frescos y jugosos, ¡evita meterlos en el refrigerador! Las bajas temperaturas ralentizan el proceso natural de maduración, lo que resulta en tomates con un sabor insípido y una textura harinosa, algo que cualquier cocinero preferiría evitar. Además, refrigerar los tomates disminuye su contenido de licopeno, un antioxidante crucial que aporta numerosos beneficios para la salud. Por eso, es recomendable conservarlos a temperatura ambiente, donde mantendrán todo su sabor y valor nutricional.

Pan

A pesar de que pueda parecer que el refrigerador es un buen lugar para almacenar pan y así evitar que se ponga duro, lo cierto es que ocurre justo lo contrario. El pan se seca más rápido en el frío debido a un proceso llamado retrogradación del almidón, que lo convierte en un alimento seco y rancio. Para conservar su frescura, lo mejor es guardarlo en un lugar fresco y seco. Si no vas a consumirlo en los próximos días, congelarlo es una mejor opción para mantenerlo en buenas condiciones por más tiempo.

Aceite de oliva

El aceite de oliva es un tesoro en la gastronomía mediterránea, pero guardarlo en el refrigerador puede arruinar sus propiedades. A bajas temperaturas, este aceite tiende a solidificarse y formar grumos, lo que afecta tanto su textura como su sabor. También pierde parte de su aroma característico, lo que puede disminuir su calidad culinaria. Para conservar el aceite de oliva de manera óptima, mantenlo en un lugar fresco y oscuro, alejado del calor y la luz directa.

Cebollas

Las cebollas deben mantenerse lejos del refrigerador para evitar problemas de humedad, que pueden hacer que se ablanden o se enmohezcan rápidamente. Además, el frío puede acelerar su germinación, haciendo que las cebollas broten antes de tiempo.

La mejor manera de almacenarlas es en un lugar fresco, seco y bien ventilado, como una despensa. Importante: guarda las cebollas separadas de las papas, ya que juntas pueden deteriorarse más rápido.

(Texto y fotos: Tomados de Debate.com.mx)

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