Samuel Little, el asesino serial más prolífico de Estados Unidos según el FBI, murió este miércoles en California a los 80 años, informaron funcionarios de la prisión.

Little confesó 93 asesinatos, la mayoría de mujeres, cometidos entre 1970 y 2005, pero su ola crímenes pasó desapercibida durante décadas.

Las víctimas del ex boxeador eran en su mayoría drogadictos y prostitutas, y en numerosos casos las mujeres nunca fueron identificadas o sus muertes no fueron investigadas, informaron agencias de noticias.

La portavoz del departamento de correccionales de California, Vicky Waters, dijo que la causa de muerte será determinada por un forense, pero que no hay indicios de un acto criminal.

Aunque cabe señalar que Little padecía diabetes, problemas de corazón y otras dolencias.

Samuel Little, un delincuente de carrera que había entrado y salido de la cárcel durante décadas, negó durante años que hubiera matado a alguien.

OCULTA POR AÑOS SUS CRÍMENES

Luego, en 2018, se sinceró con el guardabosques de Texas James Holland, a quien se le había pedido que lo interrogara sobre un asesinato que resultó que no fue cometido por Little.

Durante las aproximadamente 700 horas de entrevistas, Little proporcionó detalles de decenas de asesinatos que sólo el asesino conocería.

Después de que Little comenzara a nombrar a las víctimas tras las rejas, el año pasado el FBI confirmó la participación de Little en al menos 50 de las muertes y describió todas sus demás afirmaciones como “creíbles”.

El criminal murió en el hospital la madrugada del miércoles, y los médicos forenses de Los Ángeles aún deben determinar la causa del deceso, dijo el Departamento de Correccionales de California en un comunicado.

CUMPLÍA 3 CONDENAS A CADENA PERPETUA

Little cumplía tres condenas consecutivas de cadena perpetua sin libertad condicional, después de ser encarcelado en 2014.

También conocido como Samuel McDowell, Little medía 1.90 m de altura y normalmente noqueaba a sus víctimas con poderosos puñetazos antes de estrangularlas, sin dejar signos evidentes de homicidio, como puñaladas o heridas de bala.

Ese factor, combinado con los antecedentes de las víctimas, llevó a que muchas de las muertes fueran atribuidas a sobredosis de drogas o a accidentes, así como a causas naturales.

Little creció en Ohio, abandonó la escuela secundaria y vivió una “vida nómada”, robando para comprar alcohol y drogas, dijo el FBI.

(Foto: Tomada de El Universal)

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