Los ácidos grasos Omega 3 y 6 son una forma de grasa poliinsaturada que el cuerpo obtiene de los alimentos, son esenciales para el funcionamiento del cuerpo, pero el organismo no puede fabricarlos por sí mismo.

Nutriólogos mexicanos indican que estos alimentos ayudan principalmente a la salud del corazón, son antiinflamatorios y anticoagulantes, además ayudan a la disminución de los niveles de colesterol, triglicéridos y la reducción de la presión sanguínea.

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Estos ácidos grasos también pueden reducir los riesgos y síntomas de otros trastornos, incluyendo diabetes, accidente cerebrovascular, algunos cánceres, artritis reumatoidea, asma, enfermedad intestinal inflamatoria, colitis ulcerativa y deterioro mental.

Los alimentos ricos en Omega 3 son:

Semillas de linaza o su aceite

Aceite de canola

Aceite de germen de trigo

Aceite de girasol

Aceite de soya

Aceite de colza

Semillas de chía o su aceite

Semillas de ayote

Semillas de mostaza

Nueces

Germen de trigo

Pescados (atún, sardina, salmón, arenque)

Alimentos ricos en omega 6

Aceite de oliva

Aceite de ajonjolí

Aceite de maíz

Aceite de soya

Germen de trigo

Semillas de uva

Semillas de chía o su aceite

Semillas de girasol o su aceite

Nueces

Pistachos

Aguacate

Como recomendación se indica que los alimentos con Omega 3 se deben consumir de dos a tres veces a la semana en porciones de 120 gramos por adulto. Mientras que los Omega 6, aunque son llamados “grasas buenas” tampoco se debe abusar del consumo.

No todas las grasas son iguales, pero estas son las que se deben tratar de evitar:

Las grasas saturadas como la mantequilla, grasa sólida y grasa de cerdo

Las grasas trans, que se encuentran en las grasas vegetales, ciertas margarinas, galletas saladas y dulces, los bocadillos y otras comidas hechas o fritas con aceites parcialmente hidrogenados.

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