La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó sobre la necesidad de cambiar los hábitos alimenticios en México, donde el 73 por ciento de la población adulta padece sobrepeso u obesidad.

“Lamentablemente México es uno de los países líderes en obesidad, tanto en hombres como en mujeres y niños. Es un problema de gravedad mayor”, dijo a a la agencia Notimex Julio Berdegué, representante regional de la FAO, en el marco de la 35 Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, que se llevó a cabo la pasada semana en Montengo Bay, Jamaica.

“Lamentablemente en nuestra región en más barato comer chatarra que comer sano y hay millones de familias que no les alcanza el dinero para comer sano”, señaló el mexicano Berdegué.

Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), en 2016 el 73.0 por ciento de la población adulta en México padecía sobrepeso u obesidad: siete de cada 10 adultos, cuatro de cada 10 jóvenes y uno de cada tres niños.

En opinión de Berdegué, si bien la Secretaría de Salud de México ha hecho un buen trabajo dando atención al tema de la diabetes y obesidad, hace falta más acción gubernamental en ese sector, así como que el sector alimentario tome parte, legislar sobre etiquetados claros de los alimentos y educación escolar.

“Necesitamos una acción vigorosa del gobierno mexicano para enfrentar este problema que está ya en unos niveles de impacto sobre los presupuestos del sistema de salud y causas de muerte”, afirmó Berdegué.

El directivo de la FAO explicó que programas de inclusión social como Prospera y la paraestatal Liconsa “tienen que entrar a la batalla” para que el 20 o 30 por ciento de la población más pobre pueda acceder al consumo de alimentos más sanos.

“Prospera tiene ya las medidas de talla y peso de los niños y puede perfectamente decir: ‘tu niño está en sobrepeso y obesidad y yo te puedo ayudar para que compres una canasta alimentaria más saludable’”, ejemplificó.

“También las empresas privadas mexicanas tienen que ayudarnos. Ellos tienen que hacer esfuerzos mucho más vigorosos para reducir calorías”, dijo el directivo, al mencionar que también se requiere legislar con etiquetado de los alimentos “claros y fuertes”.

El consumidor debe saber que lo que está comprando es un alimento alto en grasas, sales y calorías, y que si lo quiere comprar por los menos que tenga una información clara. Ahí hay un espacio de legislación en México, insistió.

“En el caso de las bebidas azucaradas hay un impuesto en México, pero es muy bajo. Necesitamos hacer más”, agregó.  Finalmente, Berdegué dijo que esto debe ser acompañado con medidas complementarias en la educación escolar.

“Tenemos que educar a los niños para que se alimenten en forma saludable y decirles que no pueden comer eso porque les hace daño, generar ambientes saludables, pues no puede ser que en las escuelas los niños consuman alimentos llenos de calorías, de grasas y azúcares”.

En general, la obesidad y el sobrepeso se han convertido en el principal problema de malnutrición en América Latina y el Caribe, ya que según datos de la FAO unos 97 millones de latinoamericanos y caribeños tienen obesidad y más de la mitad sufre sobrepeso.

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