Diversas organizaciones civiles pidieron este miércoles al nuevo gobierno de México un aumento en los impuestos a tabaco, alcohol, bebidas azucaradas y comida “chatarra” para favorecer la reducción de su consumo.

Alejandro Calvillo, miembro de la Alianza por la Salud Alimentaria, señaló que México debe fortalecer sus políticas públicas “para la prevención de enfermedades no transmisibles”, consignó información de la agencia Efe.

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Señaló que el alcohol, el tabaco, las bebidas azucaradas y la comida “chatarra” tienen tres factores en común: que generan elevados costos para el sistema de salud y la economía de las familias, que son productos de los que no se tiene información suficiente y que son adictivos.

El también director de la organización El Poder del Consumidor criticó las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien durante su conferencia de este miércoles dejó en claro que durante este sexenio no se aumentarán impuestos.

Esto, luego de que diputados federales le presentaran una propuesta para actualizar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicio (IEPS) a bebidas azucaradas y alcohólicas, con la finalidad de obtener fondos que financien la atención médica de la diabetes y la obesidad, entre otras.

Al respecto, Calvillo resaltó la importancia del aumento de impuestos ya que, dijo, “no es solo un aspecto de recaudación, sino que tiene la función de reducir el consumo de productos que representan un riesgo para la salud”.

Destacó que la implementación del IEPS, aunque está vigente desde 2010, hasta ahora no ha sido suficiente.

Detalló que sería necesario que el aumento a las bebidas como el refresco fuera de 2 pesos por litro, mientras que el impuesto en alimentos no esenciales debería pasar del 8 por ciento al 12 por ciento y el de los cigarrillos de 7 pesos a 10 pesos por cajetilla.

Recordó que en 2019, el presupuesto de salud fue de 124 mil millones de pesos, pero si se incrementan los impuestos a estos productos se tendrían más de 50 mil millones de pesos adicionales, “es decir, más del 40 por ciento de lo que se presupuestó este año”, afirmó.

En cuanto al tabaco, Erick Ochoa, representante del área de control de tabaco de la coalición México SaludHable, dijo que es necesario un cambio de rumbo pero que se mantenga el valor del impuesto de 160 por ciento sobre el precio minorista.

Aunque esta propuesta ya fue entregada a la Comisión de Presupuesto y Cuentas Públicas de la Cámara de Diputados, ambos activistas señalaron que su preocupación es en el Senado, donde han visto influencia de la iniciativa privada.

Ochoa señaló que actualmente este tipo de impuestos en México están por debajo de lo que recomiendan organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere que estos representen 75 por ciento del valor de los productos que generan daño a la salud.

“En México llegamos a estar en 69 por ciento en 2010, actualmente estamos en 65 por ciento”, manifestó.

Finalmente, Calvillo recriminó que, pese a que en 2016 se decretó una emergencia sanitaria por diabetes y obesidad, no existen recursos para enfrentarla. Por lo que, en el caso de la recaudación, también es importante un etiquetado de los recursos.

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