Glenn Cunningham tenía tan solo 8 años cuando su escuela se incendió y él quedó atrapado entre las llamas. Los bomberos lograron rescatarlo pero, al ver su cuerpo quemado desde la cintura hasta los pies, nadie creía que el niño puediera sobrevivir ya que también había respirado mucho humo.

Glenn no se rindió y sobrevivió a las quemaduras, solo que quedó sin poder caminar pues debido al fuego habían quedado sin vida.

Su determinación por querer volver a caminar hacía que Glenn no se rindiera, así que un día despues de estar siempre en la cama o en la silla de ruedas, decidió tirarse en el pasto del jardín y llegar hasta el final de reja, arrastrándose ayudado por su brazos. Una vez llegado hasta ahí consiguió ponerse de pie apoyandose en la barda y unos meses después logró caminar de nuevo, sus pasos eran muy cortos y doloroso pero aún así, lo hacía todos los días creyendo en sí mismo y teniendo la certeza de que un día lo lograría…. Y así fue.

Un tiempo después, por fin pudo ir caminando hasta la escuela. Y cuando dominó sus pasos de nuevo, empezó a ir corriendo a todos lados.

En 1934, este hombre que nadie creía que iba a sobrevivir con 8 años, que seguramente no hubiese podido volver a andar nunca más, fue el mejor corredor de una milla en Estados Unidos de todos los tiempos.

 

Lo consiguió en el Madison Square Garden de Nueva York, después de muchos sacrificios para recuperar la movilidad de sus piernas durante toda su niñez y adolescencia.

Este atleta es la demostración de que con perseverancia, pensamientos positivos, y una gran fuerza de voluntad se puede vencer a cualquier obstáculo de la vida, incluida la muerte.

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