La lejanía del epicentro hizo resistente a la Ciudad de México. Si bien hace casi 32 años, en 1985, el terremoto de 8.1 grados Richter y su réplica de 7.6 derrumbaron cientos de edificios y cobraron miles de vidas en la capital del país, el terremoto de la noche del jueves causó muy pocos daños.

Su intensidad fue de 8.4 y los daños reportados en la capital del país fueron caídas de bardas, algunos daños en el aeropuerto e interrupción del suministro eléctrico en 114 colonias, sin que se reporten fallecidos, según información del gobierno de la Ciudad de México (CDMX), consignó el diario El Financiero.

Especialistas coinciden que lo que causó que el impacto fuera mucho menor fue la distancia respecto del epicentro del sismo, ubicado a 137 km al suroeste de Tonalá, Chiapas. Fue a unos 700 kilómetros de distancia de la capital del país.

En contraste, el sismo de 1985 tuvo su epicentro en el límite de Michoacán y Guerrero, a unos 400 km de la Ciudad de México, es decir, cerca de 300 kilómetros más cerca que el de este jueves.

Asimismo, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Macera, dijo que el sismo que azotó que a la capital la noche del 7 de septiembre se sintió con mayor intensidad debido a la distancia que hay de la Ciudad de México con Chiapas, así como por la profundidad a la que se desarrolló el movimiento telúrico.

La profundidad de este sismo fue de 19 kilómetros, lo que agudizó la intensidad del movimiento. El sismo del 19 de septiembre de 1985 fue a una menor profundidad, de 15 kilómetros, consigna El Financiero.

Sin embargo, el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, dijo que este sismo es el más fuerte del que se tiene registro en la entidad.

(Foto: Archivo elcorreodeoaxaca.com)

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