El municipio de Salvatierra, Guanajuato, es un Pueblo Mágico, pero a los habitantes no les gusta mucho presumirlo.

Un amplio reportaje del diario Excélsior señala que, más bien, es un municipio que prefiere guardar sus historias de horror.

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Sus habitantes, dice el reportaje firmado por el corresponsal de ese diario, Andrés Guardiola, prefieren callar los vergonzosos hechos de violencia que hoy tienen a la primera ciudad de Guanajuato como la cuarta población más violenta del país.

El reportaje indica que aquellos que viven en Salvatierra han entendido que para sobrevivir deben “oír, ver y callar”, o vivir el horror de la violencia propiciada por narcotraficantes, ladrones de combustible y/o por las mismas autoridades.

El Ejército mexicano, dice el reportaje, ha decidido replegarse de la región, abandonando no solamente Salvatierra, sino también Acámbaro, Jerécuaro, Coroneo, Tarimoro, Huanímaro y Tarandacuao, zona sureste de Guanajuato que colinda con el estado de Michoacán y con Querétaro, lo cual ha sido ya consignado ya ha sido por el mismo diario Excélsior.

Y cita que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) clasificó a la primera ciudad en la historia del estado de Guanajuato como la cuarta más violenta de acuerdo con corte al mes de abril de 2018.

Así, la gente ha cambiado sus rutinas, su forma de divertirse e incluso de vivir. Y esto mucho antes de que el gobierno federal se fijara en el municipio guanajuatense, señala el reportaje de Guardiola.

Hace casi cinco años que los jóvenes han dejado de salir por las noches como era costumbre. Ellos solían circular a pie o en coche dando la vuelta al Centro Histórico, para luego ir a convivir a puntos de belleza natural a las afueras de Salvatierra.

Añade que ahora las fiestas y convivencias se hacen en lugares cerrados, en casas o definitivamente quien tiene posibilidades económicas se va a Querétaro, Guanajuato o León. Ni siquiera a Celaya, porque la situación de inseguridad es similar.

Incluso el reportaje indica que dos semanas después de la masacre en el Panteón Santo Tomás, ubicado a la salida a Acámbaro, hoy es muy complicado que alguien vaya a rendir culto a sus difuntos.

El cementerio está vacío, señala el reportaje de Excélsior. Los vecinos prefieren no acercarse.

Recuerda que fue el 21 de mayo cuando un grupo armado irrumpió durante el sepelio de un joven que falleció en un accidente, pero disparó indiscriminadamente. Ahí cuatro personas murieron y al momento se desconoce si las víctimas tenían nexos con el crimen organizado.

Refiere otro caso de violencia, el pasado 6 de abril, cuando Erick Sánchez salía de su trabajo hacia su hogar. Él era policía municipal de Salvatierra. Caminaba por la calle Hacienda San José cuando un sujeto sin mediar palabra, lo alcanzó dándole un disparo en la cabeza, dice el reportaje.

Hace unos días el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informó que Salvatierra, Guanajuato, se coloca en el lugar número cuatro de los municipios más violentos, con una tasa de 131.5 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, cita el reportaje.

(Foto: Tomada de Twitter @edgarfabianvf)

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