Con la llegada de Adán Augusto López como gobernador de Tabasco en enero del 2019, las tomas clandestinas de combustible se dispararon hasta en 167 por ciento.

De acuerdo con reportes militares citados por el diario Reforma, en el primer año del gobierno estatal del ex secretario de Gobernación con AMLO y actual coordinador de los senadores de Morena, Tabasco se convirtió en un foco rojo para Pemex en el robo de combustibles.

De hecho, cifras oficiales señalan un incremento sin precedentes en las tomas clandestinas en la entidad, al pasar de 201 piquetes a 536.

El antecesor de Adán Augusto López fue el perredista Arturo Núñez Jiménez.

En 2019, Tabasco contaba con un coctel de agrupaciones criminales, entre ellas, “La Barredora”, que mantenía nexos con algunas células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), de acuerdo con reportes militares.

EL NEGOCIO REDONDO

El mismo diario Reforma publicó el fin de semana el testimonio de un empresario gasolinero tabasqueño y cómo fue obligado bajo amenazas a comprar gasolina robada para venderla en su estación.

Las amenazas contra el empresario Ramón Martínez, dueño del corporativo Paragas, provinieron de gente enviada por Hernán Bermúdez Requena, líder de “La Barredora”, recién deportado desde Paraguay.

“Me dijeron (enviados de Requena) que les tenía que recibir una pipa con huachicol de 30 mil litros para que el líquido fuera vendido en mi gasolinera”, dijo el empresario el 6 de agosto pasado ante la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

“En ese tiempo, esa cantidad de combustible equivalía a 600 mil pesos, dinero que se reunía por la venta en un lapso de tres días”, abundó.

El empresario relató ante las autoridades que, una vez que se sometió al trato, “La Barredora” le impuso la venta de tres pipas por semana, es decir, 90 mil litros, que en ese entonces tenían un valor aproximado de un millón 800 mil pesos en el mercado legal.

(Fotos: Tomadas de Reforma)

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