Un nuevo presunto ajuste de cuentas en Guanajuato sin que haya pistas de los agresores.

Luego de que el martes alrededor de las 23 horas presuntos sicarios acribillaron a cuatro sujetos en el bar La Parranda de Irapuato, Guanajuato, las autoridades de procuración de justicia investigaban los hechos en medio de un hermetismo.

Las víctimas fueron atacadas por encapuchados en el local, ubicado en la zona restaurantera de Irapuato, dejando además dos personas heridas de gravedad, pero una de ellas murió horas después.

El grupo armado ingresó al establecimiento abriendo fuego en dirección a una mesa en la que convivía un grupo de clientes, según reportó el diario El Universal.

En el sitio fallecieron dos hombres y una mujer; mientras que otra persona murió cuando recibía atención en una institución médica. Una de las dos víctimas que sobrevivieron al ataque falleció la mañana de este miércoles y la otra sigue hospitalizada.

La Parranda se encuentra a un costado de los juzgados federales, en la zona norte de la ciudad de Irapuato.

A unos metros del bar quedaron los autos de las víctimas asesinadas, un auto Camaro y un BMW, ambos sin placas, según reportes en redes sociales.

El secretario de Seguridad Ciudadana, Samuel Ugalde, citado por el diario El Universal, indicó que los agresores entraron al negocio, algunos de ellos con el rostro cubierto, se dirigieron hasta una mesa y abrieron fuego en contra de los comensales, para enseguida darse a la fuga en dos vehículos.

Tres víctimas quedaron sin vida sentadas en la mesa.

Policías municipales tendieron un cerco en la Avenida Guerrero, identificada como el sector de los restaurantes, a donde arribó el Ministerio Público con un equipo de peritos criminalistas, policías investigadores y personal de Servicio Médico Forense.

A consecuencia de la movilización policial y el cerco perimetral los restaurantes de la zona suspendieron actividades, reportó El Universal.

(Fotos: Cortesía de Sergio Contreras)

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