La vida de miles de familias ha cambiado gracias a la estrategia del programa Impulso Social que aplica el gobierno el estado de Guanajuato.

Una de ellas es la señora Dolores Alcacio Carmona, vecina de Zona Impulso o polígono Lomas de Medina del municipio de León, Guanajuato.

“Antes, cuando llovía, esto era como un río: muy feo y había mucha basura. Ni siquiera se podía ni salir a la calle. Hasta se nos metía mucha agua a la casa”, recuerda la vecina, según un comunicado del gobierno estatal.

Los años pasaban y su calle seguía igual. “Para poder ir a trabajar o que mis hijas fueran a la escuela, había que esperar a que bajara el nivel de agua”.

Pero todo eso ya quedó atrás: Con la pavimentación de la calle Lomas del Sol, la vida de la señora Dolores y su familia cambió completamente.

“Tengo una hija que estudia la preparatoria. Diariamente sale a las 6 y media de la mañana y hoy la veo feliz porque ya no hay lodo cuando sale a la escuela”, asegura.

Su calle es sólo una de las 340 que el Gobierno del Estado y varios municipios del estado pavimentaron en 2016.

Estas obras traen muchos beneficios a las familias: mejora su salud al reducirse el polvo -o lodo- que ingresa a los hogares y se facilita el desplazamiento de las personas a sus trabajos o escuelas. Además, en un gran número de casos se renuevan las redes que llevan agua potable a los hogares, así como las líneas de drenaje que la conducen a tratamiento.

“Esto es lo más importante: la transformación de historias de vida. Por ello, seguiremos trabajando con toda la fuerza y recursos de Impulso Social para que estas historias sigan multiplicándose por todo el estado”, según la postura de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (Sedeshu).

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