La noche del martes simplemente fue espectacular en el Foro Sol de la Ciudad de México. Más de 65 mil delirantes fans cantaron, bailaron y hasta lloraron ante el megaconcierto ofrecido por la mundialmente famosa banda irlandesa U2.

Diversas crónicas de medios nacionales refieren a los emotivos mensajes enviados a México por la banda encabezada por Bono y que, como es su costumbre, tuvo mensajes políticos tras la reciente masacre en Las Vegas.

La crónica de Rodolfo G. Subieta del diario Reforma resume todo: México tiene un aliado espiritual de su lado: U2.

El cronista indicó que México tiene un aliado espiritual de su lado: el grupo U2. Refirió que, consciente del dolor que atraviesa México, la banda abrió sus brazos a las 65 mil personas que llenaron el Foro Sol para celebrar el 30 aniversario del disco The Joshua Tree.

“Como dijo Gabriel García Márquez: ‘el espíritu de México nunca se romperá’. Prendan las luces. Veamos las luces salir esta noche. Todos unidos: hermanas hermanos, primos, tías, padres… El alma de México. ¡Qué viva México!

“Gracias por recibirnos una vez más, por permitirnos regresar a sus vidas. Estamos honrados de estar de pie con ustedes en este momento, esperamos que sea útil para ustedes. Tengamos una noche llena de rock and roll, hagámosla inolvidable. Dejen ir todo lo que los detiene”, señaló el líder de la banda, Bono, en una mezcla de español e inglés, mientras cantaba “Bad”, según la crónica de Reforma.

Las personas prendieron sus celulares, dibujando una constelación de esperanza, matizada con el canto masivo de “Cielito Lindo”, a petición del irlandés.

Esta emotiva introducción formó parte del primer acto del concierto, el cual arrancó a las 21:24 horas con un set compuesto por éxitos de U2, interpretados por Bono, The Edge, Larry Mullen Jr. y Adam Clayton en un templete alterno que simulaba un enorme árbol de Josué.

En “Sunday Bloody Sunday”, la primera canción del espectáculo, Bono exigió acabar con la violencia en el mundo.

“Las Vegas, España… ¡No más, no más, no más!”, gritó el irlandés mientras el escenario se teñía de luces rojas, añadió la crónica de Subieta en Reforma.

“¡México, estamos con ustedes!”, remató antes de seguir con “New Year’s Day”.

Noel Gallagher también se solidarizó con el país, al dedicar, durante su acto como abridor, el tema “Don’t Look Back in Anger”, de Oasis, a todas las víctimas afectadas por el sismo.

Para el segundo acto de U2, dedicado al The Joshua Tree, finalmente se encendió la enorme pantalla de 61 por 14 metros, pintada ligeramente de dorado y con una resolución de 7.6K, la cual dejó boquiabiertos a los asistentes.

Los rostros de la gente mostraban sonrisas extasiadas y ojos con lágrimas que se perdían entre alcohol, cigarro y golpes de mariguana en el ambiente, refirió la crónica de Reforma.

El groso del público, treintañeros arañando los 40, asistieron con sus parejas, hijos, niños en brazos, grupos de amigos y hasta solos, con trajes y corbata.

Eso sí, todos con una paz contagiosa, concentrados en los temas de un álbum que seguramente marco sus vidas.

“Where The Streets Have No Name” y “With or Without You”, crearon un aire de nostalgia.

La gente se dejó llevar en un viaje emocional y sonoro, relató el cronista de Reforma.

La mayor dosis de rock fue entregada en el encore, donde la banda se sacudió todo rastro de solemnidad e hizo cimbrar al coso con “Beautiful Day”, en homenaje al recién fallecido Tom Petty, “Elevation” y “Vértigo”.

“He caminado por las calles de su ciudad y he comprobado lo que vi en las noticias. Después del terremoto, la gente regaló su trabajo para ayudar, todos como hermanos se unieron y apoyaron. Y siguen de pie.

“Este país ha pasado por mucho en las últimas semanas, pero también con el paso de los años. Es un honor verlos trabajar como uno”, expresó Bono, antes de cantar “One”, mientras la bandera de México y símbolos aztecas se dibujaban en las pantallas, finalizó la crónica de Reforma.

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