El ibuprofeno es un medicamento que se vende con o sin receta médica en las farmacias. Es común que las personas lo utilicen para aliviar el dolor, la sensibilidad, la inflamación y la rigidez ocasionados por la osteoartritis y la artritis reumatoide.

También es usado para aliviar la fiebre y dolores leves de cabeza y musculares, sin embargo, el consumo de este medicamento puede resultar perjudicial al mezclarse anticoagulantes orales.

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Esta combinación aumenta el sangrado el sangrado y el riesgo de padecer un infarto en personas con fibrilación atrial (el tipo más común de arritmia cardíaca).

Quienes compran el medicamento suelen hacerlo en presentaciones de más de 600 mg, esa dosis es muy superior a la necesaria.

De acuerdo a la Organización de Consumidores y Usuarios de España, las dosis similares o superiores a 2,400 mg al día (cuatro o más pastillas diarias) no deben ser consumidas por pacientes con insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica establecida, enfermedad arterial periférica y enfermedad cerebrovascular.

Hay personas que por reacciones alérgicas a los antiinflamatorias no esteroides (AINes) no pueden tomar ibuprofeno.

Tampoco aquellas que padecen enfermedades graves del hígado, riñones, si se ha tenido una úlcera de estómago, perforación del aparato digestivo, si se vomita o hay sangre en las heces.

Las mujeres en el tercer trimestre de embarazo tampoco deben tomar este tipo de medicamentos.

Recomendaciones:

En general, los adultos y niños mayores de 12 años pueden tomar el ibuprofeno de venta libre cada 4 a 6 horas, según sea necesario, para el dolor o la fiebre.

Por regla general, a los niños y los bebés se les puede dar ibuprofeno de venta libre cada 6 a 8 horas para el dolor o la fiebre, según sea necesario, pero no más de 4 dosis cada 24 horas.

El ibuprofeno se puede tomar con alimentos o con leche para prevenir el malestar estomacal. Si está tomando ibuprofeno con regularidad, debe tomarlo a la(s) misma(s) hora(s) todos los días.

Siga atentamente las instrucciones del empaque o la etiqueta de la receta y pídale a su médico o a su farmacéutico que le expliquen cualquier cosa que no entienda.

Tome el ibuprofeno según lo indicado. No aumente ni disminuya la dosis, ni la tome con más frecuencia que la indicada en la etiqueta del envase o en la receta de su médico.

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