Miguel Díaz-Canel, un discreto burócrata y hasta ahora primer vicepresidente del Gobierno, fue elegido este jueves como el nuevo presidente de Cuba por la Asamblea Nacional, en sustitución del General Raúl Castro, quien se retira del poder tras doce años al frente de ese país.

Según medios oficiales cubanos, Díaz-Canel fue ratificado con el 99.83 por ciento de los votos de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral), con 603 de los 604 parlamentarios presentes que comenzaron sus sesiones este miércoles con el objetivo de constituir un nuevo Consejo de Estado, el máximo órgano de Gobierno.

Castro, de 86 años, fungirá como primer secretario del Partido Comunista de Cuba, que según la Constitución es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado.

Esto supone que, por el momento, será la persona con más poder en la Isla, destacaron agencias internacionales de prensa.

Su salida de la Presidencia es, no obstante, un momento cargado de simbolismo para un país que ha estado bajo el mando absoluto de una familia, los Castro, desde la Revolución Cubana, ya que el primero en asumir el mando fue el líder revolucionario Fidel Castro y, en esta última década, su hermano menor.

Enfrentando a la realidad biológica, pero todavía activo y con una aparente buena salud, Raúl Castro renunció a la Presidencia en un esfuerzo por asegurar que los nuevos líderes pueden mantener el control del Gobierno ante el estancamiento económico, el envejecimiento de la población y el creciente desencanto entre las generaciones más jóvenes.

Según el diario El Mundo de España, Díaz-Canel es líder de una generación de cargos provinciales del Partido Comunista de Cuba (PCC).

A punto de cumplir 58 años, este ingeniero electrónico, que se aprovechaba de su altura para jugar al baloncesto en la Universidad, supone, en la teoría, un cambio mayúsculo: no se apellida Castro, culmina el ascenso de un civil a la primera magistratura gobernada desde 1959 por dos militares uniformados de verde olivo y consolida el relevo generacional con un político formado por la revolución que no luchó en Sierra Maestra porque no había nacido, añadió El Mundo.

“Díaz Canel es, dentro de su generación y de otras, el que logró llegar a la sucesión paso a paso, bajo los controles del sistema y las suspicacias de los líderes históricos”, dijo a ese diario español Arturo López Levy, profesor de la Universidad de Texas y autor de ‘Raúl Castro y la nueva Cuba’.

Con solo 31 años fue elegido miembro del Comité Central del PCC y con 34 años ya gobernaba en la provincia de Villa Clara, todo un hito en la revolución, añade la biografía de El Mundo.

En esa época comenzó a demostrar su fama de eficaz, al encargarse del traslado de los restos del Che Guevara a la plaza de Santa Clara. Ya jamás saldría de la órbita de los hermanos Castro, pero fue Raúl quien le nombró ministro de Educación Superior en 2009, vicepresidente del Consejo de Ministros en 2012 y primer vicepresidente del Consejo de Estado en 2013. “No es ni un novato ni un improvisado”, justificó aquel día el presidente, según El Mundo.

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