Cuando se habla de sobrepeso y obesidad, generalmente se atribuye al consumo de un producto, a un hábito o a un factor.Los responsables del sobrepeso y la obesidad son más bien el resultado de una combinación de factores que van desde la genética, la nutrición, el entorno sociocultural y el estado psicológico de una persona, entre otros, coinciden estudios.Por lo tanto, la atención a esta condición de salud, debe ser con un enfoque multifactorial, ofreciendo opciones a quienes buscan cuidar de su peso corporal.Por ejemplo, si se tiene ansiedad, angustia o depresión, hay que buscar el origen de estas situaciones emocionales, porque de pronto llevan a sentir la urgente necesidad de consumir alimentos e incluso perder el control en la ingesta.Si analizamos los problemas de salud del país, la obesidad es uno de los principales, y tiene que ver mucho con nuestras raíces, con nuestros hábitos y el estilo de vida, expresó Felipe Cruz Vega, encargado de la División de Proyectos Especiales en Salud, del IMSS.La mejor manera de enfrentar a la obesidad y sobrepeso es ofreciendo alternativas a quienes buscan bajar de peso, porque la oferta de restringir cada vez más la dieta de un paciente, ya no es viable, nadie quiere vivir con una lista de alimentos prohibidos.Más que enfocarse en qué se come, hay que revisar cuánto se come, si las porciones son las correctas según nuestras necesidades, analizar si los pensamientos o emociones de una persona la están haciendo ganar de peso, si se le exige ejercitarse como entrenador profesional o si debe ir paso a paso, recomendaron especialistas en nutrición.Aunque las porciones son individuales de acuerdo a los requerimientos de cada persona, según su estatura, actividad física y condiciones de salud, entre otras, el Plato del Buen Comer ofrece criterios para la orientación nutricional, siendo parte de la Norma Oficial Mexicana en materia de salud alimentaria, señaló la nutrióloga Adelaida López Mercado.Sugiere que, el tamaño de las porciones puede calcularse dividiendo en tercios un plato tendido de uso cotidiano: un tercio debe ocuparse con verduras y frutas, otro con leguminosas y alimentos de origen animal y el otro con cereales. Alimentos de estos tres grupos deben estar presentes en cada comida.Por ejemplo, la fruta, si es entera, una pieza, si es preparada, el equivalente a lo que cabe en un puño de la mano, ensalada debe ser el equivalente a dos puños, la carne a lo que cabe en la palma de la mano sin que sea un corte grueso, arroz o pasta un puño, y por ejemplo, de queso, una ración del tamaño del pulgar.En lugar de una lista de restricciones, se debe explicar a las personas con sobrepeso y obesidad que una alimentación que incluya más de tres comidas al día en pequeñas porciones, con alimentos variados, incluyendo bebidas hidratantes, frutas, verduras, cereales y proteína de origen animal (leche, queso, carne, huevo), les da un balance saludable.Una recomendación para la población en general, es realizar cinco comidas diarias o consumir un alimento cada cuatro horas para controlar los picos de glucosa y liberación de ácido gástrico; otra recomendación básica, es la hidratación, indicó Sayri Selene Alcántara Guerrero, académica en Nutrición, de la Universidad Tecnológica de México (Unitec).Empezar el día con un vaso de agua es recomendable, pues de acuerdo a un estudio de Hidratación en Alumnos de Primaria, realizado por la autoridad local en la delegación Coyoacán en la Ciudad de México, demostró que los niños tienen un mayor rendimiento intelectual cuando beben el líquido antes de ir a la escuela.Compartir