Fue un desastre y los republicanos y demócratas simplemente dijeron sentirse agraviados.

Este lunes se celebró por fin la esperada cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin y luego de más de dos horas de reunión privada y de una sesión de trabajo con las delegaciones de los dos países, los mandatarios ofrecieron una rueda de prensa donde el estadounidense se dedicó a defender… al ruso y no a su país.

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Putin rechazó que su país haya intervenido en las elecciones del 2016 a pesar de que las agencias de inteligencia estadounidenses documentaron y están enjuiciando a 12 rusos por su intromisión electrónica en el proceso electoral.

A esto, Trump defendió los argumentos de Putin, lo que de inmediato desató la furia de los congresistas tanto republicanos como demócratas en Estados Unidos.

Lindsey Graham, senador republicano por Carolina del Sur, explotó contra el presidente de su propio partido en una serie de tuits.

“Una oportunidad perdida por el presidente Trump para responsabilizar firmemente a Rusia por la intromisión de 2016 y lanzar una fuerte advertencia sobre futuras elecciones. Esta respuesta del presidente Trump será vista por Rusia como una señal de debilidad y creará muchos más problemas de los que resuelve”, escribió Graham.

Además, solicitó que se realicen audiencias en el Congreso para poder así controlar cualquier tipo de “cooperación” con Rusia en Siria.

Pero sus críticas no acabaron ahí. Luego de que Putin regaló un balón de soccer a Trump, el senador dejó claro que no le gustó nada el ‘regalo envenenado’ que le hizo Putin.

“Por último, si fuera yo, chequearía el balón de futbol por si tiene dispositivos de espionaje y nunca lo llevaría a la Casa Blanca” dado que, si efectivamente tuviera micrófonos, podría poner en peligro la seguridad del país al ofrecer secretos del gobierno a Moscú.

John McCain, otro senador republicano, calificó la rueda de prensa como “una de las participaciones más lamentables por parte de un presidente estadounidense”.

“El presidente debería apreciar que Rusia no es nuestro aliado. (…) No hay una equivalencia moral entre Estados Unidos y Rusia, que sigue siendo hostil a nuestros valores básicos e ideales”, expresó a su vez el presidente de la Cámara ede Diputados estadounidense, el republicano Paul Ryan en una nota oficial.

A su vez los legisladores demócratas Chuck Schumer y Adan Schiff coincidieron que ha sido uno de los episodios más vergonzosos en los que se ven derrotados los intereses y valores estadounidenses en la historia moderna.

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