Para todos es conocido el nombre RAFAEL NADAL, ya que sabemos que durante algún tiempo fue el tenista número 1 de mundo. Lo consideramos alguien que puede convertirse en ídolo de cualquier persona, sin embargo, es persona… es decir para llegar a ser el número 1 tuvo que trabajar arduamente, renunciar en muchas ocasiones a sus gustos, hacer muchos sacrificios e incluso, muchas veces enfrentarse a la frustración, caer y tener que volver a levantarse. Rafa Nadal es un ser humano como cualquiera de nosotros, pero, ¿qué es lo que ha hecho para llegar a ser quien es? Empezó en el deporte desde muy pequeño y por lo tanto la formación en la disciplina y la tenacidad han sido parte esencial para conseguirlo. A los ocho años ganó un título de tenis en Baleares, sin embargo a el también le gustaba el futbol y hacia las dos cosas. En cuanto al tenis, ganó torneos en categorías inferirores incluso un campeonato mundial junior que se realizó en Francia. A los 12 años su papá lo impulsó a decidir entre los dos deportes, ya que el estudio era importante también. Él se decidió por el tenis. A los catorce años, su familia tuvo que tomar la decisión de mudarse a Barcelona para continuar con el tenis. Con ello nos damos cuenta como la familia es un punto importante en la vida de los atletas, pues sin su sacrificio, Nadal nunca hubiera llegado tan alto. La gran oportunidad llegó cuando en un partido de exhibición el tenista alemán Boris Becker se lesionó y le ofreció a Nadal jugar el partido contra Pat Cash un excampeón de Wimbledon. Su premisa fundamental es “ser una persona positiva y pensar siempre que los cosas van a mejorar”. Sus claves se resumen en esta frase y lleva toda una vida poniéndola en práctica. Su fortaleza mental es su guía, y trabajar bajo presión es su día a día. Además, mantiene una serenidad imperturbable gracias a su disciplina y esfuerzo continuo. Año tras año, se reafirma como el máximo ejemplo de constancia y trabajo, lo que le ha llevado a liderar el ranking como el mejor tenista del mundo. Compartir
