Maternidad. El trabajo más antiguo del mundo, y aún así el menos valorado.

A veces platico con personas, especialmente con madres, madres que se han convertido en abuelas, madres que en algún momento sólo fueron hijas o nietas.

Y sin pensarlo, cuestionó ¿Por qué eres mamá? ¿Por qué decidiste serlo? Mi pregunta no es con el afán de ofender o incomodar, en el fondo es para poder identificarme de alguna manera con alguien.

Y sus respuestas, lastimosamente no me han dejado en claro la verdadera causa del porque elegimos ser madres.

“Para no estar sola en la vejez” dicen, agregando casi de inmediato “Aunque los hijos son unos ingratos que se van y te olvidan”.

Y no puedo evitarme preguntarme ¿Por qué deben quedarse? ¿Agradecimiento? ¿Amor? ¿Qué es más egoísta? Que se vayan a hacer su vida y te dejen, o el hecho de que decidiste tenerlo sólo como objeto de acompañamiento.

En otros casos la respuesta es diferente pero similar.

“Por qué mi esposo quería hijos y yo se los di, por amor”… “y para que no me dejará”.

¿Por amor? Me estás diciendo que en la vida el amor te hace dejar de lado tus ideales para cumplir los de alguien más y aún peor, por dependencia.

“Por qué todas en mi familia han sido madres”

Entonces la maternidad sólo es un camino impuesto del cuál debemos seguir sin pensarlo.

No puedo con las respuestas, no me agradan, pero empatizo con todas porque quizá algunas noches, cuando nuestros hijos duermen, todas absolutamente todas nos cuestionamos ¿Por qué?

Tengo 5 años siendo madre, y reconozco que no elegí serlo por las razones correctas.

Quizá en el fondo jamás quise ¿Y tú?

Por: Andrea Sánchez

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