Según un boletín publicado por la UNAM, el 15 de octubre de 1951 Luis Ernesto Miramontes Cárdenas hizo una aportación inimaginable al sintetizar la norestisterona que es el ingrediente activo de la píldora anticoptiva.

En ese año, Miramontes era un estudiante universitario, estaba bajo la dirección del CEO de Syntex Corp., George Rosenkranz y del investigador Carl Djerassi. Ellos tres recibieron la patente estadounidense para “anticonceptivos orales”. El primer anticonceptivo oral llamado Norinyl, fue fabricado por Syntex Corp.

A Luis Ernesto Miramontes, entonces de 26 años de edad, se le consideró como el científico mexicano de mayor trascendencia mundial del siglo XX, de acuerdo con el criterio de la Academia Mexicana de Ciencias, siendo el único mexicano en el USA Inventors Hall of Fame.

La trascendencia histórica que llevó la aprobación de este primer fármaco anticonceptivo para evitar embarazos no deseados es tal, que se considera que el número de fallecimientos anuales de mujeres relacionados con los embarazos ha disminuido alrededor del 50%; hay al menos tres veces menos muertes infantiles, la cifra de procedimientos para interrumpir los embarazos es sensiblemente menor, el número de embarazos no planeados ha mermado, impulsó la revolución social, y desató el cambio económico más significativo de finales del siglo XX.

 

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