El presidente López Obrador reconoció que debió alertar con mayor severidad sobre la peligrosidad del huracán Otis que golpeó Acapulco, pero que no lo hizo.

“Vamos a seguir ayudando en Acapulco, vamos bien, se va normalizando la situación, fue muy fuerte, mucho muy fuerte, es categoría 5, fíjense”, dijo en su mañanera, dijo como si fuera algo nuevo hablar de la fuerza del fenómeno.

“Estaba pendiente por la evolución de tormenta tropical, luego 3, 4 y luego 5, y estaba pendiente, y recibí el reporte de las 6, luego otro reporte con esos aviones cazahuracanes hablando de que se iba a intensificar y puse un mensaje como a las 8 de la noche”, prosiguió.

SU JUSTIFICACIÓN

“Esta imagen es de las 6, aquí está, esta es de las 8, no teníamos otra, pero esto fue a las 8 de la noche y miren lo que pongo (lee su tuit de aquel día). Entró (‘Otis’) a las 12 y media de la noche, o primeras horas del día siguiente”, dijo justificándose.

“Cuando estaba escribiendo esto (del tuit) pensé en decirlo más fuerte: o sea ‘viene cañón’, algo así, pero dije no, con esto basta. Casi era (mi intención decirles a los de Guerrero) ‘no hay que dormirse’”, añadió mostrando imágenes.

“Todo esto lo explico porque mis malquerientes, con el propósito de dañarnos, mienten que no se avisó”, dijo a manera de victimización.

SIEMPRE HE GANADO AHÍ

Fiel a su costumbre, presumió que en Acapulco siempre ha ganado elecciones, ya que la gente se siente identificada con él, además de que Guerrero es uno de los estados que más apoyo recibe por parte del Gobierno federal.

“Yo cada vez que fui candidato, siempre he ganado en Acapulco. O sea, hay mucha identificación, conozco mucho a la gente de Acapulco, me conocen antes de esto (del huracán)”, dijo con arrogancia.

(Fotos: Tomadas de Reforma)

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