Un grupo de científicos del Departamento de Industrias Primarias, Parques, Agua y Medio Ambiente de Tasmania (DPIPWE, por sus siglas en inglés) en sociedad con la Universidad de Tasmania, halló particulares estromatolitos vivos en las zonas profundas del Área del Patrimonio Mundial de Tierras Salvajes de Tasmania, publica el portal científico The Daily Galaxy.

El hallazgo suministra pistas acerca de por qué durante millones de años lograron prosperar, pero después prácticamente se esfumaron de todos los lugares del planeta. “Los estromatolitos fósiles son la evidencia más antigua de vida en la Tierra: ¡aparecieron hace 3,700 millones de años!”, explicó la investigadora principal del estudio Bernadette Proemse.

El grupo de expertos dio con los estromatolitos mientras realizaban un análisis de humedales cársticos unidos a la turba, una clase de pantano poco común que aparece solo en terrenos de piedra caliza y rocas de carbonato semejantes.

La importancia adquirida por los estromatolitos es muy significativa, pues representan una de las primeras evidencias del origen de la vida, estructuras organosedimentarias litificadas laminadas que se forman por la acción de microorganismos que capturan y adhieren el sedimento o provocan la precipitación de minerales.

Proemse resaltó que “el descubrimiento revela un ecosistema único e inesperado en un valle remoto en el suroeste”.

Y destacó también que un análisis más minucioso reveló la formación de estos montículos a partir de estromatolitos vivos, lo que hizo el descubrimiento aún más interesante.

“El descubrimiento de estromatolitos vivos en Tasmania es altamente significativo, porque estos son raros a nivel mundial y no se conocían previamente en Tasmania, excepto como fósiles antiguos”, indicó Roland Eberhard, integrante del grupo investigador.

Un factor crucial de la supervivencia de los estromatolitos en el desierto de Tasmania es la circulación de agua altamente mineralizada que brota desde los montículos, debido a que estimula otras formas de vida.

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